5/18/2006

Un nuevo nacionalismo en Japón

(Texto publicado en Diario Monitor, 18 de mayo de 2006)
En los últimos años, Japón ha sido retratado por la prensa internacional como un país nacionalista. Esta situación responde primordialmente a las constantes visitas que realiza el Primer Ministro Jun’ichiro Koizumi al Mausoleo de Yasukuni, lugar donde simbólicamente reposan los restos de los soldados caídos en las guerras de expansión japonesa y de los jefes militares enjuiciados como criminales de guerra. Empero, hay que aquilatar que este chauvinismo representa sólo una parte de la sociedad japonesa.

De hecho, si lo comparamos con los mexicanos, los japoneses en general no manifiestan su nacionalismo en lugares públicos. Estas diferencias radican en la formación cívica prevaleciente en cada nación. Mientras que en nuestro país, los valores cívicos fueron inculcados por un régimen semiautoritario que necesitaba resaltar un fuerte nacionalismo para mantener su legitimidad, el sistema político democrático japonés de la posguerra puso de manifiesto que el nacionalismo era un aspecto negativo y se le asoció con los errores del pasado.

Esto no significa, empero, que haya existido un verdadero arrepentimiento dentro de la sociedad japonesa. Basta con revisar los textos de historia para cerciorarse que existen muy poca alusión hacia lo que sucedió en la Guerra del Pacífico. Como dice Kenzaburo Oe, premio novel de literatura, es una amnesia colectiva lo que existe y esto priva a muchos japoneses para reconocer lo que hicieron los militares japoneses en su país y en Asia-Pacífico.
Ahora bien, en los últimos años, un grupo de “eminentes” educadores han propuesto la redacción de un nuevo texto de historia en donde no sólo se niega la invasión hacia China, sino que se pretende resaltar también el amor hacia Japón. La izquierda ha visto con peligro este movimiento. De igual manera, este chauvinismo ha tenido un eco en los países circunvecinos. Chinos y coreanos advierten que Japón no ha sido como Alemania: un país arrepentido de sus errores del pasado.

Lo anterior indica, entonces, que existe un proceso ambivalente entre un nacionalismo negativo (amnesia colectiva) y un chauvinismo. Es una realidad que no podemos desdeñar y que merece más espacios para su análisis. Ahora bien, un tercer nacionalismo ha emergido en los últimos meses en Japón. Éste es el que está asociado con el deporte. Veamos de qué se trata.

El 19 de marzo de 2006, millones de japoneses presenciarían un partido entre su selección de béisbol contra el equipo de Corea. Era la semifinal del Clásico Mundial de Béisbol (CMB). Pero lejos de festejar este hecho, el equipo japonés liderados por su estrella Ichiro llegaba a este partido con un fuerte sentimiento de humillación.

En un hecho sorprendente, en la primera ronda jugada en Tokio, una modesta Corea vencería a los japoneses. Posteriormente, en la segunda ronda, un error arbitral provocaría una derrota frente a Estados Unidos. Finalmente, en el partido decisivo, Corea vence Japón y parecía que el equipo japonés quedaba eliminado. Sin embargo, un milagro sucedió. México derrota a Estados Unidos y con esto la novena japonesa llegaba a la semifinal.

Fue por eso que a vísperas del encuentro, los jugadores, así como la gran mayoría de los japoneses empezaron a mostrar un nacionalismo feroz, raro en este país que suele ver con malicia este tipo de manifestaciones. Los comentaristas empezaron a decir que el equipo japonés no podría peder ante los coreanos en el deporte nacional de Japón.

El partido fue tenso, pero finalmente Japón gana a Corea en un estadio repleto de seguidores coreanos. Después del último out, el sentimiento nacional se desbordó. Muchos aficionados saltaron a las calles para festejar que eran japoneses. En un país en donde aún no se termina la recesión económica, el triunfo sobre los coreanos llegó como gloria. Finalmente, como es sabido, Japón vence a Cuba en la gran final, volviéndose en los primeros campeones del CMB.

En suma, en un país en donde existen dos nacionalismos antagónicos y sumamente cuestionados, un tercer nacionalismo surge. No podría decir que es positivo pues la arrogancia deportiva puede desencadenar otro tipo de chauvinismo, pero de que éste es un fenómenos nuevo, lo es. Justo cuando termino estas líneas, me viene a la mente lo que una vez me dijo un profesor en la universidad hace algunos años: “recuerden que en la casaca de Luis García se lleva la soberanía de México”. En mundo donde es difícil distinguir fronteras, puede que esas palabras tengan razón, a lo mejor no.

1 件のコメント:

Karina さんのコメント...

Isami!!!
No pude encontrar tu columna en la versión electrónica de Diario Monitor, pero me lancé a ver tu blog.
Estoy muy contenta de saber que tienes el espacio en el periódico y que también aquí posteas lo que escribes para Monitor. Ya me eché todos lo que has puesto hasta ahorita y ojalá esto dure un buen rato porque es bastante ameno encontrarse con esta foto panorámica de Japón contada por un mexicano.

Un abrazo.