5/08/2006

La elección del primer ministro y el sistema político japonés

Introducción

Japón, a diferencia de cualquier sistema presidencial como el mexicano en donde la función de Jefe de Estado y Gobierno lo ejerce la misma persona, existe un sistema parlamentario en donde subsiste una clara división entre ambos. Mientras que el Jefe de Estado (Emperador) representa a la nación en cualquier ceremonia diplomática y es el símbolo de unidad de la nación japonesa, el Jefe de Gobierno (Primer Ministro) se encarga de las políticas públicas y de dirigir a la burocracia.

La elección del Emperador es de forma hereditaria y la del Primer Ministro es por medio del voto indirecto del pueblo, es decir, los ciudadanos primero eligen a miembros del parlamento y éstos, a su vez, al Primer Ministro, quien en la mayoría de los casos es el líder del partido de mayoría en el Parlamento o Dieta (Foto). Entonces, la pregunta clave es saber cómo funciona este sistema. Así, en este ensayo se dará una breve explicación de cómo se escoge al Primer Ministro de Japón. Para comprender esto, es necesario identificar dos mecanismos de selección: el institucional y el "político". El primero se basa en la fórmula electoral y en la estructura de la división de poderes, mientras que el segundo se basa en la conformación de las fuerzas políticas.

El Mecanismo institucional

Los tres poderes políticos en Japón los ocupan: el Primer Ministro (Ejecutivo), la Dieta (Legislativo) y la Suprema Corte de Justicia (Judicial). La Dieta es la rama más importante ya que es en ella donde se diseñan las leyes, se escoge el presupuesto y se elige al Ejecutivo. El poder legislativo tiene una estructura bicameral, siendo la Cámara Baja la encargada de escoger al Primer Ministro. Los diputados de esta Cámara son elegidos por el voto ciudadano y su duración es de cuatro años como máximo con posibilidad a reelegirse. La fórmula electoral que rige a la Cámara Baja en la actualidad, es muy parecida a la elección de diputados en México, en donde tres quintas partes de los asientos de la Cámara son elegidos por mayoría simple y el resto por representación proporcional.

Esta fórmula surgió en 1994 como parte de una reforma electoral promovida por el gobierno de Coalición de Morihiro Hosokawa, con el propósito de subsanar los problemas de corrupción política, de financiamiento de los partidos políticos y del tamaño de los distritos. Hasta antes de esa fecha, la fórmula electoral que regía en Japón era la de distritos medios. Esta fórmula permitía que en un distrito representado por 3 a 5 diputados, un mismo partido nominara más de un candidato; lo cual provocó la sobrerepresentación de los partidos grandes. Además de esta situación, no había un control del financiamiento a los partidos políticos, lo cual llevó a que las campañas de muchos políticos estuviese basada por la ayuda de empresas y grupos locales a cambio de favores.

La nueva fórmula ocasionó una nueva distritación, así como la instauración de una fórmula mixta de distritos de mayoría simple y de representación proporcional. En la parte financiera, el gobierno se encargaría de controlar y asignar los recursos con el propósito de evitar la corrupción electoral. La fórmula de 1994 establecía 500 diputados de mayoría simple y 200 por representación proporcional. Sin embargo, esta fórmula ha sido modificada en los últimos años, reduciéndose a 180 los lugares de representación proporcional.

De acuerdo con la legislación, el Primer Ministro es elegido por la Cámara Baja y la duración de sus administración depende del apoyo de la Dieta, ya que el Parlamento puede ejercer un voto de censura en caso de que el Ejecutivo incumpla en una responsabilidad política. Esta situación hace suponer un Primer Ministro muy limitado por el Legislativo. Sin embargo, la existencia de una burocracia centralizada y con una relativa autonomía, permiten a la rama ejecutiva, contrarrestar las decisiones de la Dieta. En la actualidad, dentro de las élites políticas japonesa, se piensa en reformar la elección indirecta del Ejecutivo, a una forma directa. Esto con el propósito de darle más fuerza no sólo frente a la Dieta, sino también a la burocracia, reformando el sufragio popular.

En resumen, en términos institucionales, la elección del Primer Ministro depende de los resultados electorales y del desempeño de éste en el gobierno El poder legislativo limita las decisiones del ejecutivo, así como su estancia en el poder, pero esto no obstaculiza la aplicación de políticas públicas, gracias a una burocracia fuerte.

El mecanismo político

A pesar de la relativa fortaleza de la Dieta, el poder legislativo es débil ya que en los hechos, la elección del jefe del ejecutivo en los últimos 55 años se ha basado en las decisiones de un so)o partido: el Partido Liberal Democrático (PLD). Este partido ha dominado el espacio electoral de manera continua y sólo fue sustituido en 1993 por un gobierno de coalición. Esta situación de dominio se explica por la fragmentación de la oposición, la legitimidad económica que trajo el "milagro japonés", la leal clientela electoral y la fórmula electoral de distritos medios.

En el seno del PLD se elegía al Primer Ministro, el cual representaba siempre a alguna facción partidista. Esta elección dependía de la "sana" competencia entre las facciones, las cuales castigaban las irresponsabilidades políticas del Primer Ministro y luchaban por acceder al poder, las facciones generalmente no representaban a una posición ideológica, sino mas bien a un líder y a su clientela electoral. Las facciones no siempre lograban ganar pero, por medio de una estrategia de consenso, quedaban representadas dentro del Gabinete.

Durante los primeros años de dominio del PLD, ninguna facción dominó y dependió de las alianzas entre ellas. Sin embargo, conforme pasaba el tiempo muchas facciones fueron absorbidas por las de mayor tamaño. Por lo menos hasta 1994, las facciones no sólo competía dentro del partido, sino también en las elecciones de la Cámara Baja, dada la fórmula de distritos medios. Esta competencia no estuvo exenta de conflictos ya que ciertas facciones se hicieron más fuertes y lucharon de manera hostil. Muchas de éstas recurrieron a financiamientos excesivos que los llevó a cometer casos de corrupción y, en casos extremos, a escisiones. Para 1992 y 1993 se darían importantes salidas del PLD que ocasionaron, en julio de 1993, la primera y única derrota en la historia de este partido. La alternancia en el poder condujo a la reforma electoral de 1994. Esta fórmula trató de eliminar el excesivo poder del PLD, pero también buscó de modificar la estructura fragmentada del sistema de partidos.

El resultado fue la destrucción del primer partido de oposición, el Partido Socialista Japonés, así como el reordenamiento de las fuerzas políticas y la formación de gobiernos de coaliciones que resultaron ser muy débiles. En la actualidad, la elección del Primer Ministro no depende exclusivamente del PLD, sino también de sus nuevos aliados, como el Partido del Gobierno limpio, cuyo electorado son los creyentes de la secta neobudista Soka Gakkai y, el Partido Conservador el cual tiene su origen en una escisión del PLD.

Conclusión

Actualmente, la elección del Primer Ministro en Japón depende de las reglas institucionales, así como de la conformación de las fuerzas políticas. A partir de 1993, el sistema de partidos se ha polarizado y muestra una ligera tendencia, pero sostenida, hacia el PLD y sus nuevas alianzas con los partidos pequeños. Sin embargo, la nueva estancia del PLD no ha traído la estabilidad del pasado, ya que en los últimos 13 años Japón ha tenido 9 Primer Ministros, la gran mayoría de coaliciones inestables. Esta situación es preocupante dada la larga recesión económica que vive Japón y la necesidad de gobiernos estables para solucionarla.

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