(Artículo publicado el 21 de marzo de 2007 en Diario Monitor)
El pasado viernes 27 de septiembre, tuve la oportunidad de asistir al Fuji Rock: el festival de música más importante de Japón y probablemente de todo el Asia-Pacífico.
Como lo indica su nombre, el evento musical tienen una relación directa con el Monte Fuji: el volcán más famoso de Japón. Empero, el Fuji Rock se ha realizado sólo una vez en las cercanías del pico más alto de Japón (En la primera edición de 1997). Por problemas climáticos, pero también logísticos y de seguridad, los organizadores han tenido que trasladar el festival veraniego a la Estación de Esquí de Naeba, ubicado en la prefectura de Niigata (un lugar totalmente alejado del Monte Fuji). Así, a partir de 1999, todos los Fuji Rock se han llevado acabo en esta región y aproximadamente más de 120 mil personas asisten todos los veranos a este evento.
Por lo que toca al formato de este festival. Es muy similar a los que se realizan en el Vive Latino (México) o el Lollapalloza (Estados Unidos). Es decir, existen numerosos escenarios en donde tocan en horarios simultáneos diversos grupos nacionales e internacionales, generalmente programados según su éxito comercial. Asimismo, pese a que tratan de mantener un privilegio hacia el rock, también están presentes otro tipo de géneros como el electrónico, el hip hop, entre otros. Aunado a lo anterior, los diversos patrocinadores del evento, así como organizaciones no gubernamentales colocan sus puestos para presentar sus productos y actividades sociales.
Por lo que respecta a los artistas y grupos que han desfilado, durante los últimos 10 años por el Fuji Rock, tenemos a los siguientes: Red Hot Chili Peppers, Green Day, Björk, Elvis Costello, Foo Fighters, Blur, Sonic Youth, Oasis, Eminem, entre otros. Inclusive, grupos hispanoparlantes como Todos tus muertos y El Gran Silencio han tocado en el Fuji Rock y han tenido una inusual aceptación dentro del público japonés.
Y en esta ocasión, se presentaron en el Fuji Rock el legendario grupo británico The Cure, el veterano cantautor estadounidense Iggy Pop, el trío británico Muse, el trío irlandés Beastie Boys, el duo británico de música electrónico Chemical Brothers, entre otros. Sin duda, este tipo de festivales representan una experiencia interesante y única, ya que permite a los asistentes presenciar diferentes artistas.
Sin embargo, hay que recalcar que también representa un enorme sacrificio para las personas que asisten a este evento. Por ejemplo, los factores climáticos como el excesivo calor y la lluvia, las malas condiciones del campo de esquí, así como el ambicioso itinerario del festival; son sumamente desgastantes para los asistentes. Igualmente, hay que añadir que al estar tan alejado la Estación de Esquí de Naeba de las grandes urbes, no hay otra opción que quedarse a campar u hospedarse en las cercanías, implicando un gasto extra. Finalmente, la excesiva ingestión de alcohol, las posibilidades de actos de violencia y los accidentes son también problemas que ponen en peligro la integridad física de los asistentes.
A pesar de todos estos problemas y costos creo que el “sacrificio” vale la pena. La calidad de los grupos (no todos) es buena y los artistas que cierran cada uno de los tres días del festival ofrecen un gran show. Por lo menos el que me tocó a mi, The Cure, sí lo fue. Además, comparado con los eventos que se realizan en México, el Fuji Rock mantienen un orden y sin duda alguna es menos violento que el Vive Latino. Igualmente, no podemos dejar a un lado la importancia económico que tiene el Fuji Rock. Este festival ha representado una fuente importante de recursos para Echigo Yuzawa, una ciudad que vive exclusivamente del turismo invernal y la cosecha de arroz (el de mejor calidad de Japón).
Ahora bien, un tema que llamó mi atención fue el slogan del Fuji Rock: “el festival más limpio y ecológico del mundo”. Resulta que los organizadores han tratado de ser quisquillosos con el reciclaje y utilizan la basura de cada año para crear productos nuevos para los siguientes festivales. Además, colocan puestos dentro del festival para informar sobre los problemas ecológico. Sin embargo, en lo personal creo que el mensaje ecológico es débil. No es mi intención ser un fanfarrón pero si obligan a los asistentes a reciclar meticulosamente la basura, deberían también invitar a los artistas que participan en el Fuji Rock a expresar un mensaje ecológico en sus presentaciones. Finalmente, son ellos el principal atractivo del evento y la razón de que miles se congreguen en una montaña alejada de las urbes.
El pasado viernes 27 de septiembre, tuve la oportunidad de asistir al Fuji Rock: el festival de música más importante de Japón y probablemente de todo el Asia-Pacífico.
Como lo indica su nombre, el evento musical tienen una relación directa con el Monte Fuji: el volcán más famoso de Japón. Empero, el Fuji Rock se ha realizado sólo una vez en las cercanías del pico más alto de Japón (En la primera edición de 1997). Por problemas climáticos, pero también logísticos y de seguridad, los organizadores han tenido que trasladar el festival veraniego a la Estación de Esquí de Naeba, ubicado en la prefectura de Niigata (un lugar totalmente alejado del Monte Fuji). Así, a partir de 1999, todos los Fuji Rock se han llevado acabo en esta región y aproximadamente más de 120 mil personas asisten todos los veranos a este evento.
Por lo que toca al formato de este festival. Es muy similar a los que se realizan en el Vive Latino (México) o el Lollapalloza (Estados Unidos). Es decir, existen numerosos escenarios en donde tocan en horarios simultáneos diversos grupos nacionales e internacionales, generalmente programados según su éxito comercial. Asimismo, pese a que tratan de mantener un privilegio hacia el rock, también están presentes otro tipo de géneros como el electrónico, el hip hop, entre otros. Aunado a lo anterior, los diversos patrocinadores del evento, así como organizaciones no gubernamentales colocan sus puestos para presentar sus productos y actividades sociales.
Por lo que respecta a los artistas y grupos que han desfilado, durante los últimos 10 años por el Fuji Rock, tenemos a los siguientes: Red Hot Chili Peppers, Green Day, Björk, Elvis Costello, Foo Fighters, Blur, Sonic Youth, Oasis, Eminem, entre otros. Inclusive, grupos hispanoparlantes como Todos tus muertos y El Gran Silencio han tocado en el Fuji Rock y han tenido una inusual aceptación dentro del público japonés.
Y en esta ocasión, se presentaron en el Fuji Rock el legendario grupo británico The Cure, el veterano cantautor estadounidense Iggy Pop, el trío británico Muse, el trío irlandés Beastie Boys, el duo británico de música electrónico Chemical Brothers, entre otros. Sin duda, este tipo de festivales representan una experiencia interesante y única, ya que permite a los asistentes presenciar diferentes artistas.
Sin embargo, hay que recalcar que también representa un enorme sacrificio para las personas que asisten a este evento. Por ejemplo, los factores climáticos como el excesivo calor y la lluvia, las malas condiciones del campo de esquí, así como el ambicioso itinerario del festival; son sumamente desgastantes para los asistentes. Igualmente, hay que añadir que al estar tan alejado la Estación de Esquí de Naeba de las grandes urbes, no hay otra opción que quedarse a campar u hospedarse en las cercanías, implicando un gasto extra. Finalmente, la excesiva ingestión de alcohol, las posibilidades de actos de violencia y los accidentes son también problemas que ponen en peligro la integridad física de los asistentes.
A pesar de todos estos problemas y costos creo que el “sacrificio” vale la pena. La calidad de los grupos (no todos) es buena y los artistas que cierran cada uno de los tres días del festival ofrecen un gran show. Por lo menos el que me tocó a mi, The Cure, sí lo fue. Además, comparado con los eventos que se realizan en México, el Fuji Rock mantienen un orden y sin duda alguna es menos violento que el Vive Latino. Igualmente, no podemos dejar a un lado la importancia económico que tiene el Fuji Rock. Este festival ha representado una fuente importante de recursos para Echigo Yuzawa, una ciudad que vive exclusivamente del turismo invernal y la cosecha de arroz (el de mejor calidad de Japón).
Ahora bien, un tema que llamó mi atención fue el slogan del Fuji Rock: “el festival más limpio y ecológico del mundo”. Resulta que los organizadores han tratado de ser quisquillosos con el reciclaje y utilizan la basura de cada año para crear productos nuevos para los siguientes festivales. Además, colocan puestos dentro del festival para informar sobre los problemas ecológico. Sin embargo, en lo personal creo que el mensaje ecológico es débil. No es mi intención ser un fanfarrón pero si obligan a los asistentes a reciclar meticulosamente la basura, deberían también invitar a los artistas que participan en el Fuji Rock a expresar un mensaje ecológico en sus presentaciones. Finalmente, son ellos el principal atractivo del evento y la razón de que miles se congreguen en una montaña alejada de las urbes.
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