7/31/2007

Fuji Rock: el festival ecológico

(Artículo publicado el 21 de marzo de 2007 en Diario Monitor)

El pasado viernes 27 de septiembre, tuve la oportunidad de asistir al Fuji Rock: el festival de música más importante de Japón y probablemente de todo el Asia-Pacífico.

Como lo indica su nombre, el evento musical tienen una relación directa con el Monte Fuji: el volcán más famoso de Japón. Empero, el Fuji Rock se ha realizado sólo una vez en las cercanías del pico más alto de Japón (En la primera edición de 1997). Por problemas climáticos, pero también logísticos y de seguridad, los organizadores han tenido que trasladar el festival veraniego a la Estación de Esquí de Naeba, ubicado en la prefectura de Niigata (un lugar totalmente alejado del Monte Fuji). Así, a partir de 1999, todos los Fuji Rock se han llevado acabo en esta región y aproximadamente más de 120 mil personas asisten todos los veranos a este evento.

Por lo que toca al formato de este festival. Es muy similar a los que se realizan en el Vive Latino (México) o el Lollapalloza (Estados Unidos). Es decir, existen numerosos escenarios en donde tocan en horarios simultáneos diversos grupos nacionales e internacionales, generalmente programados según su éxito comercial. Asimismo, pese a que tratan de mantener un privilegio hacia el rock, también están presentes otro tipo de géneros como el electrónico, el hip hop, entre otros. Aunado a lo anterior, los diversos patrocinadores del evento, así como organizaciones no gubernamentales colocan sus puestos para presentar sus productos y actividades sociales.


Por lo que respecta a los artistas y grupos que han desfilado, durante los últimos 10 años por el Fuji Rock, tenemos a los siguientes: Red Hot Chili Peppers, Green Day, Björk, Elvis Costello, Foo Fighters, Blur, Sonic Youth, Oasis, Eminem, entre otros. Inclusive, grupos hispanoparlantes como Todos tus muertos y El Gran Silencio han tocado en el Fuji Rock y han tenido una inusual aceptación dentro del público japonés.


Y en esta ocasión, se presentaron en el Fuji Rock el legendario grupo británico The Cure, el veterano cantautor estadounidense Iggy Pop, el trío británico Muse, el trío irlandés Beastie Boys, el duo británico de música electrónico Chemical Brothers, entre otros. Sin duda, este tipo de festivales representan una experiencia interesante y única, ya que permite a los asistentes presenciar diferentes artistas.


Sin embargo, hay que recalcar que también representa un enorme sacrificio para las personas que asisten a este evento. Por ejemplo, los factores climáticos como el excesivo calor y la lluvia, las malas condiciones del campo de esquí, así como el ambicioso itinerario del festival; son sumamente desgastantes para los asistentes. Igualmente, hay que añadir que al estar tan alejado la Estación de Esquí de Naeba de las grandes urbes, no hay otra opción que quedarse a campar u hospedarse en las cercanías, implicando un gasto extra. Finalmente, la excesiva ingestión de alcohol, las posibilidades de actos de violencia y los accidentes son también problemas que ponen en peligro la integridad física de los asistentes.


A pesar de todos estos problemas y costos creo que el “sacrificio” vale la pena. La calidad de los grupos (no todos) es buena y los artistas que cierran cada uno de los tres días del festival ofrecen un gran show. Por lo menos el que me tocó a mi, The Cure, sí lo fue. Además, comparado con los eventos que se realizan en México, el Fuji Rock mantienen un orden y sin duda alguna es menos violento que el Vive Latino. Igualmente, no podemos dejar a un lado la importancia económico que tiene el Fuji Rock. Este festival ha representado una fuente importante de recursos para Echigo Yuzawa, una ciudad que vive exclusivamente del turismo invernal y la cosecha de arroz (el de mejor calidad de Japón).


Ahora bien, un tema que llamó mi atención fue el slogan del Fuji Rock: “el festival más limpio y ecológico del mundo”. Resulta que los organizadores han tratado de ser quisquillosos con el reciclaje y utilizan la basura de cada año para crear productos nuevos para los siguientes festivales. Además, colocan puestos dentro del festival para informar sobre los problemas ecológico. Sin embargo, en lo personal creo que el mensaje ecológico es débil. No es mi intención ser un fanfarrón pero si obligan a los asistentes a reciclar meticulosamente la basura, deberían también invitar a los artistas que participan en el Fuji Rock a expresar un mensaje ecológico en sus presentaciones. Finalmente, son ellos el principal atractivo del evento y la razón de que miles se congreguen en una montaña alejada de las urbes.

7/24/2007

Elecciones 2007. Los Partidos

(Texto publicado en Diario Monitor, el 24 de julio de 2007)

“Las encuestas muestran las preferencias del electorado, pero no son un resultado definitivo”. Esta frase sale inscrita normalmente en cualquier encuesta en México, pero en nuestro país muchos siguen considerado que éstas están “amañadas”. En lo personal, considero que las técnicas de muestreo han mejorado notoriamente en los últimos años y evidentemente su confiabilidad, pero mientras siga existiendo una “apertura restringida” de los medios; es muy difícil pensar que las encuestas sean instrumentos de medición totalmente neutrales.

Ahora bien, diametralmente opuesto a esto, en Japón (un país con mejores condiciones democráticas) las encuestas han tenido una gran aceptación. Inclusive, el propio gobierno no sale de manera bravucona a desmentirlas, cuando sus resultados le son desfavorables, como está sucediendo en la antesala de próximas elecciones de la Cámara Alta.

En las últimas semanas, todas las encuestas de los periódicos japoneses, incluyendo los más cercanos a la línea gubernamental han mostrado un claro declive de las preferencias electorales hacia la coalición gobernante conformada por el conservador Partido Liberal Demócrata (PLD) y el Partido de Gobierno Limpio, cuya base electoral es la secta neobudista Soka Gakkai. Las causas son varias: la ineptitud gubernamental en el sistema de pensiones, el empobrecimiento de la población; los escándalos políticos de los miembros del gabinete y las declaraciones imprudentes y discriminatorios de los miembros del PLD.

En los personal, hace unas semanas no consideraba plausible un triunfo de la oposición y tenía la convicción de que no pasaría nada, pero al ver la última encuesta del Periódico Asahi del 20 de julio, mi idea sobre las elecciones ha cambiado. En esta encuesta se muestra, que la coalición no va a poder obtener ni siquiera los escaños suficientes para mantener la mayoría en la Cámara Alta y que será la primera oposición, el Partido Demócrata Japonés (PDJ), la que ocupe el codiciado puesto de primera fuerza dentro de este cuerpo legislativo.

En caso de darse esto, a partir de agosto va a existir un “gobierno dividido”, ya que el PLD controla la Cámara Baja (con un grotesco porcentaje de 67%). Además, el actual primer ministro Shinzo Abe tendría que renunciar y muchas de las iniciativas de la coalición gubernamental serían bloqueadas. Esto obligaría, inclusive, a convocar a elecciones anticipadas dentro de la Cámara Baja. Pero dejemos hasta aquí las especulaciones y concentrémonos en delinear algunas datos de las dos principales contendientes de las próximas elecciones.

Empecemos, entonces con el PLD. Este partido se funda en 1955, cuando se fusionan las fuerzas conservadoras que se habían dividido después del fin de la Guerra de Pacífico y que buscaban contrarrestar el avance de los socialistas. Así, además de mostrar una clara simpatía hacia Estados Unidos, el nuevo partido buscaría emprender una reforma constitucional que permita rearmar a Japón y cambiar la estructura de dependencia militar frente a Estados Unidos.

Finalmente, el PLD fracasaría en su intento de reforma constitucional, pero gracias a su capacidad para incorporar a diversos grupos de interés; esta federación de mini partidos gobernaría “hegemónicamente” a Japón. De hecho, salvo un breve lapso (1993-1994), el PLD no ha perdido una elección de la Cámara Baja. Esta singular característica hizo que el politólogo José Antonio Crespo, considerara al PLD como una versión más moderna que el PRI.

Por lo que toca al PDJ, esta organización se funda en 1996, por la fusión de un grupo escindido del PLD, una amplia facción del Partidos Socialista Japonés y varias organizaciones civiles (esto se asemeja mucho al PRD). Esto permite la conformación de un partido de centro-izquierda. Sin embargo, en 1998, al destruirse la entonces primera oposición neoconservadora, el Partido de la Nueva Frontera, dirigida por Ichiro Ozawa; numerosos grupos conservadores se enrolan al PDJ, permitiendo que este partido se vuelva en la primera oposición, pero la opción de “centro-izquierda” se elimina por completo. Finalmente, en 2003, Ozawa y su grupo deciden entrar al PDJ y comienza una mayor tendencia del conservadurismo, incluyendo la aceptación de la idea de la reforma constitucional. Esto se ha consolidado con mayor fuerza cuando Ozawa logra la presidencia del partido en 2006.

Como vemos, en términos ideológicos, no importa si gana el PDJ, el conservadurismo se mantendrá dentro del espectro japonés. Sin embargo, dado que el PDJ aún mantiene en su seno a grupos progresistas, puede ser un escenario distinto para Japón. Veamos qué pasa el próximo 29 de julio.

7/18/2007

Elecciones 2007. La importancia de los candidatos

(Artículo publicado el 17 de julio de 2007 en Diario Monitor)

En México, el triunfo en las elecciones legislativas, especialmente la de los diputados federales lo definen la imagen del partido. Es decir, no importa mucho qué tipo de atributos tengan los candidatos o candidatas, lo que importa es qué partido los apoya. Esto se debe al sistema electoral sui generis y con muchos parches que impuso el PRI bajo su larga hegemonía, pero también a que la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicano prohíbe la reelección consecutiva de los diputados. Esto ha provocado que los legisladores mexicanos carezcan de un vínculo directo con los distritos que representan y lo peor: ha evitado que desarrollen una carrera legislativa profesional que sea susceptible a la rendición de cuentas.

Por lo que toca a Japón, al igual que en México, la imagen de los partidos es la que define el rumbo de las elecciones. Esta situación se refuerza aún más con el sistema parlamentario. Sin embargo, como lo ha demostrado, acertadamente el politólogo estadounidense Gerald Curtis, el carisma de los candidatos, sus redes locales, así como su capacidad en el manejo de recursos son elementos importantes. Asimismo, la reelección continua ha permitido a los diputados profesionalizar su carrera política, aunque esto no ha evitado los abusos de poder, el nepotismo y la corrupción. En fin, en la política, nada es color de rosa.

De este modo, dada esta importancia de la imagen de los candidatos, existe una tendencia dentro de los diversos partidos (excluyendo el Partido Comunista Japonés) a optar por la nominación de candidatos con renombre o atractivos. Así, en cada elección nacional los partidos nominan a cómicos, locutores de televisión, luchadores, ex deportistas. Inclusive, hasta “extranjeros” nacionalizados han incursionado en la política (un ejemplo es el caso del finlandés Tsurunen Marutei). Muchos de estos personajes carecen de experiencia y preparación política, pero son capaces de obtener el triunfo.
Esta tendencia se observa con mayor fuerza en las elecciones de la Cámara Alta, especialmente en las candidaturas de representación proporcional. Esto se debe a que existe una falsa idea de que este cuerpo legislativo es un ente ceremonial, pero también por las bondades del sistema electoral. Las próximas elecciones del 29 de julio, no será la excepción y los distintos partidos han nominado ya algunas celebridades su participación. Dado que es imposible señalar a cada uno de estos personajes, quisiera finalizar esta cavilación resaltando el perfil de tres candidatos que me han llamado la atención.

1. Ryuhei Kawada (31 años): candidato independiente por el distrito de Tokio. Él no es una personalidad de la farándula, ni mucho menos un deportista. A los 10 años, contrae el VIH debido al uso de medicamentos contaminados, que habían sido aprobados por el entonces Ministerio de Salud. Posteriormente, en el decenio de los noventa, Kawada, junto con otras víctimas emprenden un juicio en contra de las empresas farmacéuticas y el gobierno. Finalmente, en 1996, las autoridades de Tokio aceptarían su crimen. Este suceso representa un primer avance para lucha en contra del SIDA, aunque no ha permitido su disminución. Actualmente, Japón es el único “país desarrollado” en donde los índices de contagio de VIH aumentan. Por tanto, un triunfo de Kawada podría implicar un avance para la lucha contra el SIDA en Japón.

2. Kanako Otsuji (32 años): candidata plurinominal del Partido Demócrata Japonés (primera oposición). Ella tampoco es una celebridad. Después de una larga carrera como deportista amateur, decide incursionar en la política y en el año de 2003 se vuelve diputada local de Osaka. Ahora bien, ella ha logrado acaparar la atención los medios al anunciar públicamente su preferencia sexual. De hecho, es la primera candidata de un partido nacional que se reconoce abiertamente como lesbiana y esto la vuelve automáticamente en la principal voz de la lucha por la diversidad sexual. En caso de triunfar, representaría un avance para el movimiento lésbico-gay y podría poner en la agenda política un tema que ha sido relegado por muchos años en Japón: el reconocimiento de la diversidad.

3. Keniya Fujimori (69 años): conocido mejor como Alberto Fujimori, este cínico japonés-peruano es el candidato plurinominal del diminuto Nuevo Partido del Pueblo. Ninguno de los medios japoneses considera plausible un triunfo de Fujimori, además de que su salida de Chile es casi imposible. Todo es una maniobra del mini partido para atraer la atención del electorado. Sin embargo, en el caso de triunfar, implicaría no sólo un hecho inédito, sino que traería un duro golpe para las relaciones peruano-japonesas.

7/10/2007

Imprudencia y la memoria histórica

(Artículo publicado en Diario Monitor, 10 de julio de 2007)

El pasado 3 de julio, el ministro de defensa japonés Fumio Kyuma renuncia a su puesto. Esto hace que el gobierno de Shinzo Abe se tambaleé de nuevo y cada vez más, el gobernante Partido Liberal Demócrata (PLD) se perfile hacia una derrota en las elecciones de la Cámara Alta, programadas para el 29 de julio.

Pero, ¿quién es Kyuma? ¿Qué fue la causa que lo orilló hacia esta decisión? Este diputado del segundo distrito de Nagasaki había sido uno de los grandes impulsores del “joven” primer ministro Abe en la carrera por la presidencia del PLD y uno de los artífices para que las facciones contrarias al mandatario japonés aceptaran apoyar a un político tan inexperto. Dicho de una manera coloquial, “Don Kyuma” era uno de los “padrinos” del joven Shinzo.

Ahora bien, la causa de su renuncia se debe a un imprudente comentario que hizo en una universidad privada el pasado 30 de junio. Ahí, Kyuma afirma que, pese a la gran matanza que dejaron las bombas atómicas de Hiroshima y Nagasaki, esta decisión era algo inevitable, ya que era necesario terminar con la Guerra y encaminar hacia la paz que ahora goza Japón.

Este comentario dejó atónitos a propios y extraños, pero no era la primera vez que Kyuma hacía un comentario imprudente. En febrero pasado, en la Comisión de Seguridad Nacional de la Dieta, el diputado oriundo de Nagasaki manifiesta que ante la falta de evidencia de armas de destrucción masiva en Irak; la invasión estadounidense que apoyó Japón, carecía de sentido. Esta situación le trajo una lluvia de elogios de la oposición, pero el repudio de los sectores conservadores. Finalmente, Kyuma se retractaría de lo que dijo, argumentando que no había estudiando bien la historia del conflicto.

Ahora bien, en el caso de sus imprudentes sobre el “inevitable” lanzamiento de las bombas atómicas denotaba de nuevo que no había estudiado bien la historia (Esta idea del “inevitable” lanzamiento de las bombas estás sustentado en algunas declaraciones de historiadores estadounidenses conservadores que argumentan que las bombas buscaban evitar un derramamiento mayor de sangre, pero hasta le fecha no existe la evidencia documental que muestre estas intenciones).

Y como era de esperarse, la oposición y en especial, las organizaciones civiles que apoyan a las víctimas de las bombas, exigirían al primer ministro Abe que le de cuello a Kyuma. Igualmente, los miembros del PLD y del Partido del Gobierno Limpio —organización política que es la mancuerna de la coalición gobernante— exigieron a Kyuma que renuncie lo antes posible, ya que dada la cercanía de las elecciones de la Cámara Alta, la “estupidez” que había cometido podría acrecentar las posibilidades de una derrota conservadora.

Sin embargo, en los primeros días, Kyuma no manifiesta su intención de renunciar y el primer ministro tampoco muestra su intención de removerlo, pero para el 3 de julio la situación era inevitable. El porcentaje de apoyo hacia el gobierno de Abe había decrecido dramáticamente, obteniendo sólo el 28%. Así, finalmente, el ambivalente Kyuma renuncia, aunque manifiesta que lo hace para no dañar el desempeño electoral del PLD.

En lo personal, no entiendo qué motivó a Kyuma a decir esta “estupidez”. Las autoridades japonesas, lejos de justificar el lanzamiento de las bombas, tienen que ser más enérgicas y exigir una disculpa a Estados Unidos por el genocidio que cometió en Hiroshima y Nagasaki, ya que hasta la fecha no ha habido una disculpa oficial y ningún presidente estadounidense ha tocado suelo de Nagasaki o Hiroshima. Y lo más paradójico es que actualmente, las autoridades cínicas de este país norteamericano han aprobado una resolución en donde le exigen al gobierno japonés hacer una disculpa oficial por haber obligado miles de jóvenes chinas y coreanas a ser las esclavas sexuales de los militares japoneses.

Ahora bien, quisiera recalcar que nada exime al gobierno y la sociedad japonesa de los crímenes que cometieron las autoridades japonesas en la preguerra. Es un hecho claro que Japón tiene que pagar por sus errores del pasado, pero tampoco no hay ninguna razón que justifique a Estados Unidos para evadir la responsabilidad de haber lanzado dos bombas en donde murieron miles de inocentes.

En fin. Los tiempos han cambiado. Japón no es aquel país ocupado por Estados Unidos en donde las autoridades de Washington podían censurar cualquier intento japonés de emprender una crítica por el lanzamiento de las bombas. No hay pretexto para el primer ministro Abe de seguir con el hermetismo y mantener una “cordialidad forzada”.

7/03/2007

Elecciones en Japón

(Texto publicado en Diario Monitor, 3 de julio de 2007)

El próximo 29 de julio habrá elecciones nacionales en Japón. En estos comicios se pondrán en juego la mitad de los 242 escaños que tiene la Cámara Alta. Este cuerpo legislativo no es una copia del Senado estadounidense (como el mexicano) que tienen una autonomía, aunque sí representa a las diferentes prefecturas (estados) que conforman Japón. Ni muchos menos afecta directamente la dirección política exterior como lo hace un senado en un sistema presidencial.

De hecho su función no es muy clara para muchos japoneses, ya que pese a que sus diputados emiten un voto para designar al primer ministro; en términos reales es la Cámara Baja la que decide quién gobierna este país asiático. Es por eso que muchos analistas han definido a la Cámara Alta como un cuerpo ceremonial y decorativo de del sistema parlamentario bicameral de Japón. Sin embargo, pese a que no tiene un influencia directa en la designación del primer ministro, representa un importante barómetro político para medir el desempeño de los mandatarios japoneses.

Ahora bien, en los últimos años los conservadores no han podido repuntar en estas elecciones. De hecho, en las comicios 2004, el gobernante Partido Liberal Demócrata (PLD) y el entonces primer ministro Jun’ichiro Koizumi (2001-2206) lograron un triunfo apretado. Además, existe una extraña “maldición” que ha rodeado las elecciones de la Cámara Alta: mandatario conservador que alarga las sesiones de la Dieta y atrasa la realización de los comicios de la Cámara Alta, su partido pierde las elecciones. Esto se ha cumplido cabalmente en las elecciones de 1989 y 1998, costándole sus puestos a Sosuke Uno (1989) y Ryutaro Hashimoto (1996-1998), respectivamente.

En esta ocasión parece que se repite la historia. El actual primer ministro Shinzo Abe alargó el periodo de sesiones por 12 días más y las elecciones, programadas para el 22 de julio, se han retrazaron una semana, empalmándose con el inicio de las vacaciones de verano. Con esta treta, el PLD busca alivianar la lluvia de críticas que ha recibido en los últimos meses y alejar a los electores de las grandes urbes para que no le den su voto a la primera oposición: el Partido Demócrata Japonés (PDJ). Dicho en otras palabras: las táctica de Abe y sus compinches parecen más la de unos niños envidiosos que la de unos políticos que dirigen un país.

En fin. Si la “maldición” que ha aquejado a las elecciones de las Cámara Alta se cumplen, este retrazo de las elecciones podría costarle el puesto a Abe y primer ministro más “joven” de la posguerra pasaría a la historia como un gobernante efímero, algo que su linaje familiar no podría permitirse (su abuelo fue primer ministro en los años cincuenta).

Ahora bien, la gran duda que muchos extranjeros tienen en Japón es ¿por qué podría perder un mandatario que su partido tiene la mayoría en la Cámara Alta y tiene casi el 66% de los curules de la Cámara Baja (la que decide en realidad al primer ministro)?

La respuesta se puede resumir en varias palabras: corrupción, ineptitud gubernamental, arrogancia de Abe y un suicidio de un ministro. Pero el factor que ha determinado el enojo de la ciudadanía y el declive abrupto del apoyo al gobierno de Abe es el problema de las pensiones. Hace un par de meses, la prensa y la oposición ventiló una información increíble. Resulta que el Departamento de Pensiones Sociales no había computado casi 50 millones expedientes. Igualmente, por la ineptitud de los trabajadores del Departamento de Pensiones, muchos japoneses que pagaron sus pensiones no han podido recibir su dinero porque en las computadoras no aparece que saldaron sus cuentas.

Ante esto, el inexperto y arrogante Abe promete que en menos de un año resolvería este problema. Para muchos esto era un promesa clara de campaña electoral, pero para la mala fortuna del líder del PLD, no ha habido un avance y algunos diputados de oposición consideran que dado el paso que va el gobierno, la solución de este problema tardaría 1700 años.

Esta situación ha puesto en alerta a las cúpulas del PLD y en algunos sondeos de opinión pública se muestra que aún sumándose los escaños del Partido del Gobierno Limpio (partido que tiene como base la secta neobudista Sokka Gakkai y es compañero de coalición de los conservadores), no se podría tener la mayoría en la Cámara Alta.

Como palabras finales. No hay aún garantía de que pierda Abe, pero todo dependerá de él. Sin embargo, mientras Abe siga como niño terco diciendo que no renunciará aún perdiendo la mayoría en la Cámara Alta y no actúe con firmeza contra las ineptitudes del Departamento de Pensiones Sociales. El futuro de gris primer ministro se está tornando cada vez más oscuro.