11/20/2010

Irreal

  Roncangliolo, Santiago, Tan cerca de la vida (Madrid, Alfaguara, 2010)

  Hace unas semanas, con mis alumnos leímos “El almohadón de plumas”, un cuento de Horacio Quiroga incluido dentro de su libro más famoso: Cuentos de amor, de locura y de muerte (1917). Sinceramente, no sabían cómo reaccionarían estos jóvenes japoneses, quienes ya no leen novelas ni cuentos como antes (eso dicen mis colegas), pero quedé sorprendido. No solamente lo leyeron en español (algo que es difícil), sino que intentaron buscar algunas semejanza con alguno de los autores que les gustaba. Incluso, con Kobo Abe. Autor japonés que leímos en unas clases pasadas. Unos cuentos traducidos al español publicados en Letra Libres.

    Quedé satisfecho. En general, la mayoría le gustó el cuento y consideraron que era una buena combinación de horror y misterio. Aunque no sé si este cuento represente lo que ellos dijeron. Después nos pusimos a hablar sobre cómo se debe analizar una obra literaria. No soy un especialista en literatura, así que dejé que fuera ellos mismos los que debatieran. Mientras discutían, una alumna dijo que había algunas partes irreales dentro de “El almohadón de plumas”. Por ejemplo, por qué el médico no pudo encontrar al bicho que le chupaba la sangre a Alicia. 
    ―En nuestro mundo no pasaría eso, ―dijo ella.
    ―Es un poco injusto de tu parte, ¿no crees? Es irreal para nuestro contexto tanto temporal como espacial, pero no debes analizar una obra desde tu contexto, hazlo siempre desde la propia narrativa y si detectas algo raro, entonces ahí sí hay un problema ―contesté, pero estaba cantifleando. Dije muchas cosas, pero no dije nada.

    Pues bueno sin poderle responder correctamente a esa alumna, terminó la clase y mientras regresaba a mi casa en el tren, terminé de leer la última novela de Santiago Roncagliolo, Tan cerca de la vida. Un libro que no pensaba comprar en un inicio.
    Conocí a Roncangliolo hace dos o tres años cuando dio una charla en el Instituto Cultural Cervantes. Yo no sabía quién era él, acompañaba solamente a un amigo. Después me enteré que había ganado el Premio Alfaguara y tenía la misma edad que yo. Después de la charla, acompañamos a Roncangliolo por Shibuya y convivimos con él un rato. No me entusiasmó mucho. La charla en el Instituto Cervantes fue regular. No me trajo la misma sensación que tuve con Rodrigo Rey Rosa cuando estuvo en la Universidad de Tokio. Por eso no compré ninguna de sus obras. Sin embargo, al ver la sinopsis de su nuevo libro, terminé comprándolo.

    Tan cerca de la vida es una obra ambientada en Japón. Un ejemplo más de “Literatura Puente”. Antes de leerlo me dije “Supongo que Roncagliolo escribió esta obra basándose en su breve experiencia en Japón”… Al terminarlo, a las 17 horas en ese vagón de la línea Keio, dije esta obra es irreal. Tal y como lo había dicho esa alumna, una hora antes en la clase…

    No puedo contar el contenido del libro, no se vale decir todo. Es mejor que lo lean y saquen sus propias conclusiones, pero sí quisiera señalar lo siguiente.

    La obra es entretenida, pero no es un tema nuevo. Parece como un guión de Hollywood. Aunque es mil veces mejor Blade Runner. Sin embargo, hay cosas rescatables. Está escrito en español y es una visión de un latinoamericano sobre Japón, algo que hace muchos no había. Por otro lado, se nota que leyó algunas obras traducidas de autores japoneses modernos: Haruki Murakami, probablemente, After Dark.

    Pero hay cosas que siento que son irreales dentro del contexto japonés y de la propia novela. Por ejemplo, qué turista se sube en un taxi del Aeropuerto Internacional de Narita hasta Shinjuku. Todos usan el tren es más barato. Otro punto, uno de los personajes, Ryukichi —el más interesante del libro desde mi punto de vista— es también irreal. Si hacen la película en Hollywood de seguro será interpretado por Ken Watanabe. Ojalá que no.

    Ryukichi, según el libro es descendiente de un grupo minoritario. Los buraku. Roncagliolo lo puso, porque necesitaba un outisider dentro de la sociedad japonesa y un yakuza o una prostituta no eran atractivos para el lector común. A pesar de eso, Roncangliolo no abunda mucho en el tema de los buraku, Sin saber que es un tabú en Japón, no creo que una persona en la realidad japonesa diga a todas que es de origen Buraku. Denota una falta de conocimiento. El tema de los buraku es tan complejo. Un poco imprudente.

    Además, otro punto. Ryukichi domina el inglés o el idioma que habla el personaje principal, de una manera fluida. Según, el libro Ryukichi no estudió la universidad. Si muchos no dominan el ingles en la universidad, que lo haga Ryukichi es irreal.  Y más si pinta a los otros japoneses  como unos tarados que no hablan ningún tipo de idioma occidental. Entonces, hay una inconsistencia ahí. Finalmente, creo que Ryukichi es un personaje totalmente latinoamericano o por lo menos no es japonés. Roncangliolo no pudo crear una voz japonesa. Una lástima

    Pero bueno, las novelas no tienen que ser reales como le dije a mi alumna... Pensaba escribir algo más crítico, pero fracasé. Esta reseña es mala... Diculpen.

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