3/26/2008

La lucha contra el polen

(Artículo publicado en Diario Monitor el 25 de marzo de 2008)

Los japoneses ponen un gran énfasis en las estaciones en su vida cotidiana y en su cultura popular. Un ejemplo claro son las telenovelas. A diferencia de México, en Japón la mayoría de las telenovelas duran tres meses y su trama se desarrolla generalmente bajo la estación específica que se lleva la transmisión. Hay otras ejemplos más, pero eso implicaría extender una gran lista. Por tanto, basta decir simplemente que las estaciones del año son un elemento de suma importancia del año para los japoneses.

Por lo que toca al caso de la primavera (la estación actual), ésta inicia formalmente con el equinoccio de primavera, pero también comienza con el brote de las primera flores de cerezo (sakura). De esta manera, en las últimas semanas de marzo y los primeros días de abril, las ciudades japoneses se llena de un color rosa. Ante esto, miles de personas visitan los parques cercanos para admirar a estos árboles y muchos aprovechan esta oportunidad “única” para reunirse con sus amigos y familiares. Así, organizan un especie de picnic (hanami) en donde, además de contemplar los cerezos, comen y toman. La mayoría lo hace de manera tranquila, pero otros, por efectos del alcohol, lo hacen “violentamente”.

Como vemos, la primavera representa un momento de alegría, pero para un amplio número de japoneses la llegada de la primavera representa uno de los momentos más molestos sus vidas. ¿Por qué? En esta época, se da una expulsión masiva del polen de los cedros japoneses (cyptomeria).

En la mayoría de las personas, este polen no tiene un efecto nocivo, pero en aquellas que sufren de polinosis (alergia al polen) o bien la comúnmente llamada fiebre del cedro, es mortal. Los síntomas de esta enfermedad son mucosidad excesiva, estornudos continuos, ojos llorosos, comezón en los ojos y la nariz. Asimismo, genera una fiebre que impide la concentración.

Ahora bien, según los datos del Ministerio de Salud y Trabajo, se estima que un 15% de la población de Japón sufre de esta enfermedad (19.5 millones aproximadamente) y que su número aumentará en los siguientes años. De hecho, ninguna persona que habita el archipiélago está exenta de este mal y en cualquier momento, puede presentar los síntomas mencionados anteriormente. Y lo peor es que una vez que los presente, los mantendrá durante toda su vida.

¿Cómo se puede evitar esta enfermedad? Desgraciadamente no hay una cura y la única solución es evitar un contacto con el polen. Así, es obligatorio usar mascarillas y lentes protectores. Además, es indispensable mantener una higiene personal y en sus hogares, así como evitar colgar la ropa en lugares abiertos, ya que el polen se impregna. De igual manera, es necesario evitar el ejercicio al aire libre.

La pregunta obligada, entonces, es por qué ha aumentado esta enfermedad. Una razón es la existencia excesiva de cedro. Esto se debe a que después de la segunda Guerra Mundial, las autoridades japonesas sembraron demasiados cedros con el fin de recuperar la producción de maderas devastada por la guerra. Así, salvo Hokkaido, casi un 12% de la superficie de Japón está cubierta de cryptomerias. De este modo, una solución que se ha planteado es cortar una porción importante de estos árboles, pero para la industria de la silvicultura no es tan fácil realizar eso, ya que además de ser un devastación ecológica, eso podría saturar el mercado de las maderas, representando una gran pérdida.

Otra de las razones más comunes es el adelanto médico. Actualmente, la sociedad japonesas es más sana que en el pasado, pero esto, paradójicamente, ha redituado en una pérdida de defensas y en aumento del número de alergias. Asimismo, al vivir en lugares demasiado limpios, muchos japoneses se han vuelto sumamente débiles frente al polvo. Finalmente, el recalentamiento de la tierra ha hecho que aumente de manera exponencial el polen y esto combinado con la contaminación atmosférica han aumentado las toxinas del polen.

Como vemos la polinosis es un problema de salud pública y lo más triste es que no se ve un camino para su solución. Así, el uso de mascarillas y un cuidado excesivo son la única salida. Ante esto, algunos sectores críticos han señalado que detrás de esto, están las empresas farmacéuticas, pero no hay pruebas claras de esto. Independientemente de eso, una recomendación cuando visite Japón en la primavera. Antes que todo, no se asuste. No hay una epidemia en este país. Y en caso de presentar de estornudar o le lloren los ojos, compre una mascarilla y dígale al vendedor de la farmacia que sufre del kafunsho.

1 件のコメント:

kecg さんのコメント...

wow! qué buen post!
Vi unas fotos de los cerezos y quedé maravillada. Pensé que ibas a tratar más del tema pero viraste a lo de las alergias, que también es un tema interesante, bastante paradójico. Ahora lo pensaré dos veces antes de visitar Japón en primavera, aunque el riesgo de contraer la alergia, ante el espectáculo de los cerezos en flor, igual lo vale.

Saludos!