(Artículo publicado en Diario Monitor el 17 de marzo de 2008)
Existe un género musical en Japón llamado Enka. Este tipo de música mezcla la escala pentatónica (5 notas) que se usa tradicionalmente en la música japonesa con los sonidos “occidentales” (escala de 7 notas). Un ejemplo claro, es la canción “The Flower of Carnage”, que está incluida en la banda sonora de la película Kill Bill (2003) y que es interpretada por Meiko Kaji.
Ahora bien, desde un perspectiva del tipo de audiencia y por los temas que suele tratar (historias de separación, la alusión de paisajes naturales como el mar y la nieve, así como el alcohol), el enka se le suele equiparar con la música country, el fado portugués o la música ranchera mexicana. Empero, musicalmente dista mucho de estos géneros (también hay una clara diferencia entre el fado, la música country y las rancheras) y es tan viejo como esta expresiones musicales: el enka surge en el periodo de ocupación estadounidense (1945-1952).
Por lo que toca a las características específicas del enka. Primero, sus interpretes suelen vestir ropas tradicionales. Las mujeres usan el kimono, mientras que los varones usan el hakama (aunque abundan también trajes blancos o sacos con chaquiras). Segundo, sus interpretes representan a los estereotipos de la feminidad y masculinidad tradicional japonesa. Las cantantes tiene tez clara y rasgos finos, mientras que los varones tienen facciones toscas. Tercero, la escenografía y la coreografía es llamativa. Por ejemplo, cuando los cantantes de enka interpretan sus canciones, comúnmente cae nieve falsa o bien aparecen en el escenario un grupo de personas bailando alguna danza regional.
Como vemos, el enka representa todo un “show”, pero en años recientes enfrenta una crisis. La venta de los discos ha disminuido dramáticamente. Además, su presencia en la televisión se ha reducido y un problema mayor ha sido que los jóvenes, ya no ven atractivo este género. Muchos lo tachan de arcaico (aunque no lo es tanto) y hasta de “pueblerino”. De este modo, el enka se ha vuelto en un género más para las generaciones más viejas y las personas de la provincia.
¿Por qué sucede esto? Una de las causas más comunes que explican esta disminución, es la reducción de la población rural, pero también está influenciado por la ampliación de los gustos musicales de los japoneses. Sin embargo, hay algo que no cuadra. Si sólo son las generaciones viejas las que escuchan el enka, entonces, por qué ha disminuido su presencia. Los estratos de personas mayores de 50 años en Japón es muy amplia y el número de jóvenes es menor. Debería pasar lo contrario.
Hay muchas razones que explican esta contradicción, pero la más grande desde mi perspectiva es la marcada tecnificación de la actual industria musical japonesa. Por ejemplo, ahora, para escuchar la música, es necesario tener un celular, un ipod o una computadora. Esto hace que las personas de edad avanzada queden relegadas y el enka no pueda difundirse.
Para no extender más la cavilación, es claro que el enka está estancado, pero no implica que se tenga que menospreciar su valor. En lo personal no me gusta mucho, pero reconozco que sus interpretes tienen una voz educada. De hecho, la mayoría de los cantantes del J-pop (la música popular japonesa), especialmente los grupos de varones y mujeres que sólo bailan y están vestidos de manera “ridícula”, no son capaces de cantar como los cantantes de enka.
A guisa de conclusión, la disminución paulatina del enka puede resultar en una pérdida de uno de los géneros más representativos del Japón de la posguerra. ¿Qué se puede hacer para evitar su extinción? Como lo ha señalado, Martin Freedman —ex guitarrista del grupo estadounidense Megadeth, quien actualmente radica en Japón y es un amante del enka— hoy más que nunca, las personas involucradas en la industria del enka tienen que ser más imaginativas. Inclusive, Freedman señala que es necesario la adaptación de este género con otros tipos de música como el heavy metal.
Tengo mis reservas de que esto se pueda hacer esto, ya que la gente de la industria del enka es muy conservadora, pero si no se hace algo drástico, es muy difícil que este género logre sobrevivir. Ahora bien, en semanas recientes hay indicios que muestran que se está generando un cambio. El afro-estadounidense Jero hizo su debut como cantante de enka, pero a diferencia de sus colegas, se rehusó por completo a vestirse de kimono y sale vestido como cantante de hip-hop. Algo grotesco sin duda, pero veamos qué pasa.
Existe un género musical en Japón llamado Enka. Este tipo de música mezcla la escala pentatónica (5 notas) que se usa tradicionalmente en la música japonesa con los sonidos “occidentales” (escala de 7 notas). Un ejemplo claro, es la canción “The Flower of Carnage”, que está incluida en la banda sonora de la película Kill Bill (2003) y que es interpretada por Meiko Kaji.
Ahora bien, desde un perspectiva del tipo de audiencia y por los temas que suele tratar (historias de separación, la alusión de paisajes naturales como el mar y la nieve, así como el alcohol), el enka se le suele equiparar con la música country, el fado portugués o la música ranchera mexicana. Empero, musicalmente dista mucho de estos géneros (también hay una clara diferencia entre el fado, la música country y las rancheras) y es tan viejo como esta expresiones musicales: el enka surge en el periodo de ocupación estadounidense (1945-1952).
Por lo que toca a las características específicas del enka. Primero, sus interpretes suelen vestir ropas tradicionales. Las mujeres usan el kimono, mientras que los varones usan el hakama (aunque abundan también trajes blancos o sacos con chaquiras). Segundo, sus interpretes representan a los estereotipos de la feminidad y masculinidad tradicional japonesa. Las cantantes tiene tez clara y rasgos finos, mientras que los varones tienen facciones toscas. Tercero, la escenografía y la coreografía es llamativa. Por ejemplo, cuando los cantantes de enka interpretan sus canciones, comúnmente cae nieve falsa o bien aparecen en el escenario un grupo de personas bailando alguna danza regional.
Como vemos, el enka representa todo un “show”, pero en años recientes enfrenta una crisis. La venta de los discos ha disminuido dramáticamente. Además, su presencia en la televisión se ha reducido y un problema mayor ha sido que los jóvenes, ya no ven atractivo este género. Muchos lo tachan de arcaico (aunque no lo es tanto) y hasta de “pueblerino”. De este modo, el enka se ha vuelto en un género más para las generaciones más viejas y las personas de la provincia.
¿Por qué sucede esto? Una de las causas más comunes que explican esta disminución, es la reducción de la población rural, pero también está influenciado por la ampliación de los gustos musicales de los japoneses. Sin embargo, hay algo que no cuadra. Si sólo son las generaciones viejas las que escuchan el enka, entonces, por qué ha disminuido su presencia. Los estratos de personas mayores de 50 años en Japón es muy amplia y el número de jóvenes es menor. Debería pasar lo contrario.
Hay muchas razones que explican esta contradicción, pero la más grande desde mi perspectiva es la marcada tecnificación de la actual industria musical japonesa. Por ejemplo, ahora, para escuchar la música, es necesario tener un celular, un ipod o una computadora. Esto hace que las personas de edad avanzada queden relegadas y el enka no pueda difundirse.
Para no extender más la cavilación, es claro que el enka está estancado, pero no implica que se tenga que menospreciar su valor. En lo personal no me gusta mucho, pero reconozco que sus interpretes tienen una voz educada. De hecho, la mayoría de los cantantes del J-pop (la música popular japonesa), especialmente los grupos de varones y mujeres que sólo bailan y están vestidos de manera “ridícula”, no son capaces de cantar como los cantantes de enka.
A guisa de conclusión, la disminución paulatina del enka puede resultar en una pérdida de uno de los géneros más representativos del Japón de la posguerra. ¿Qué se puede hacer para evitar su extinción? Como lo ha señalado, Martin Freedman —ex guitarrista del grupo estadounidense Megadeth, quien actualmente radica en Japón y es un amante del enka— hoy más que nunca, las personas involucradas en la industria del enka tienen que ser más imaginativas. Inclusive, Freedman señala que es necesario la adaptación de este género con otros tipos de música como el heavy metal.
Tengo mis reservas de que esto se pueda hacer esto, ya que la gente de la industria del enka es muy conservadora, pero si no se hace algo drástico, es muy difícil que este género logre sobrevivir. Ahora bien, en semanas recientes hay indicios que muestran que se está generando un cambio. El afro-estadounidense Jero hizo su debut como cantante de enka, pero a diferencia de sus colegas, se rehusó por completo a vestirse de kimono y sale vestido como cantante de hip-hop. Algo grotesco sin duda, pero veamos qué pasa.
1 件のコメント:
Hola e leido tu descripcion del Enka desde su nacimiento hasta su posible caida. Lo que descrives lo encuentro muy interesante y tienes rason en muchos puntos, lo cual me lleva a darte mi conclucion, bueno yo creo que el Enka tiene que dar un jiro de 180º si decea sobrevivir lo mejor que podemos hacer es darle todo nuestro apoyo a los nuevos artistas como Jero, ya que el es una muestra clara de los cambios radicales que se necesitan, pero sin traicionar la ecencia del genero y recuerda que el abito no hace al monje.
PST disculpa por ponerme como anonimo (no tengo cuenta) ;P
コメントを投稿