(Artículo publicado en Diario Monitor el 18 de diciembre de 2007)
Después de la Guerra del Pacífico, Japón queda devastado, pero en menos de 15 años, este país logra recuperarse hasta convertirse en la “segunda economía mundial”. Asimismo, el modelo de exportaciones logra un aumento sustancial de la clase media y erradica por “completo” la pobreza. De este modo, a finales de los años 70, muchos comienzan a afirmar que el modelo capitalista japonés es el más equitativo del mundo. Este crecimiento tuvo también un efecto directo sobre Estados Unidos, principal aliado militar y socio económico de Japón. Y en los primeros años del decenio de los 80, diversos medios estadounidenses comienzan a alertar sobre el “peligro” japonés. De igual manera, numerosos economistas comienzan a resaltar que el capitalismo estadounidense tiene serias desventajas frente al modelo japonés.
Empero, no todas las voces aceptaron esta idea. Muchos especialistas encontraron que el voraz modelo económico mantenía debilidades y que tarde o temprano caerían por sus propias contradicciones. Esas visiones pesimistas tendrían razón y en los años 90, Japón comienza a experimentar una terrible recesión que no sólo destruye el exitoso modelo de la posguerra, sino que debilita por completo las bases de la sociedad japonesa.
El resultado final de la crisis económica es la quiebra de miles de empresas, la entrada de numerosas transnacionales y el aumento del desempleo. Asimismo, la recesión provoca un enorme déficit gubernamental, haciendo que los gobiernos conservadores decidan emprender reformas neoliberales que aniquilan definitivamente el débil estado de bienestar japonés. Finalmente, el mito de la igualdad social se destruye y la brecha entre los más ricos y pobres se abre estrepitosamente. Inclusive, algunos economistas japoneses han señalado que Japón comienza a encaminarse al desastroso escenario de las naciones latinoamericanas.
Así, en este claro estancamiento un problema olvidado por los japoneses comienza a tener repercusiones serias: el aumento de los indigentes. El gobierno ha tratado de reincorporar a estas personas al mercado laboral, pero ha fracasado. A esto hay que añadir que las autoridades conservadoras no han considerado prioritario resolver el problema de la desigualdad y la pobreza. De hecho, se espera que en los años siguientes años aumente la población de indigentes y existe una alta probabilidad de que los jóvenes comiencen a vivir en las calles.
Ante esta situación una organización civil ha buscado enfrentar de una manera innovadora el problema de los homeless (indigentes que viven en la calle). Su nombre es Big Issue Japan. Esta organización lucrativa fundada en el año 2003 comercializa una revista quincenal en donde colaboran gratuitamente actores y músicos japoneses, así como otros de talla internacional como Nikole Kidman, Björk, Gael García Bernal, entre otros. Sin embargo, lo peculiar es que no sólo busca destinar dinero hacia los indigentes, sino que tiene como principal misión reincorporarlos a la sociedad. Así, la empresa ha decidido que sean los mismos homeless los que salgan a vender las revistas en las calles. Para ser más precisos la mayor parte de las ganancias (alrededor del 60%) las recibe el indigente y la empresa obtiene sólo una parte mínima que sirve para solventar los costos de edición.
Sin duda, es un proyecto interesante y es posible su exportación hacia otras latitudes en donde el problema de los indigentes es mayor. Ahora bien, es preciso señalar que este proyecto no es una idea japonesa, sino inglesa. En el año de 1991, John Bird y Dave Bulldog deciden crear la revista y el concepto de indigentes vendedores. Actualmente, además de las versiones británica y japonesa, existen ediciones de Big Issue en Australia, Namibia y Sudáfrica. De igual manera existen proyectos similares en Argentina (Hecho en Bs As), Austria (Megalophon), Brasil (Ocas) y Eslovaquia (Nota Bene).
A guisa de conclusión quisiera señalar lo siguiente: el continuo aumento del número de indigentes y la falta de trabajo para ellos demuestran que el “capitalismo japonés” no es benevolente sino todo lo contrario. De igual manera, la situación que existe en Japón es una prueba de que los gobiernos que decidan implementar reformas neoliberales, no pueden descuidar a sus ciudadanos y agudizar las desigualdades. Finalmente, Big Issue puede ser un modelo innovador para la ciudad de México en donde miles de indigentes y niños de la calle no tienen trabajo. Pensando, simplemente en os lectores potenciales que hay en el DF y en el área metropolitana; una revista de estas características podría ser un éxito. Ahora depende, de la sociedad civil buscar ésta y otras alternativas.
Después de la Guerra del Pacífico, Japón queda devastado, pero en menos de 15 años, este país logra recuperarse hasta convertirse en la “segunda economía mundial”. Asimismo, el modelo de exportaciones logra un aumento sustancial de la clase media y erradica por “completo” la pobreza. De este modo, a finales de los años 70, muchos comienzan a afirmar que el modelo capitalista japonés es el más equitativo del mundo. Este crecimiento tuvo también un efecto directo sobre Estados Unidos, principal aliado militar y socio económico de Japón. Y en los primeros años del decenio de los 80, diversos medios estadounidenses comienzan a alertar sobre el “peligro” japonés. De igual manera, numerosos economistas comienzan a resaltar que el capitalismo estadounidense tiene serias desventajas frente al modelo japonés.
Empero, no todas las voces aceptaron esta idea. Muchos especialistas encontraron que el voraz modelo económico mantenía debilidades y que tarde o temprano caerían por sus propias contradicciones. Esas visiones pesimistas tendrían razón y en los años 90, Japón comienza a experimentar una terrible recesión que no sólo destruye el exitoso modelo de la posguerra, sino que debilita por completo las bases de la sociedad japonesa.
El resultado final de la crisis económica es la quiebra de miles de empresas, la entrada de numerosas transnacionales y el aumento del desempleo. Asimismo, la recesión provoca un enorme déficit gubernamental, haciendo que los gobiernos conservadores decidan emprender reformas neoliberales que aniquilan definitivamente el débil estado de bienestar japonés. Finalmente, el mito de la igualdad social se destruye y la brecha entre los más ricos y pobres se abre estrepitosamente. Inclusive, algunos economistas japoneses han señalado que Japón comienza a encaminarse al desastroso escenario de las naciones latinoamericanas.
Así, en este claro estancamiento un problema olvidado por los japoneses comienza a tener repercusiones serias: el aumento de los indigentes. El gobierno ha tratado de reincorporar a estas personas al mercado laboral, pero ha fracasado. A esto hay que añadir que las autoridades conservadoras no han considerado prioritario resolver el problema de la desigualdad y la pobreza. De hecho, se espera que en los años siguientes años aumente la población de indigentes y existe una alta probabilidad de que los jóvenes comiencen a vivir en las calles.
Ante esta situación una organización civil ha buscado enfrentar de una manera innovadora el problema de los homeless (indigentes que viven en la calle). Su nombre es Big Issue Japan. Esta organización lucrativa fundada en el año 2003 comercializa una revista quincenal en donde colaboran gratuitamente actores y músicos japoneses, así como otros de talla internacional como Nikole Kidman, Björk, Gael García Bernal, entre otros. Sin embargo, lo peculiar es que no sólo busca destinar dinero hacia los indigentes, sino que tiene como principal misión reincorporarlos a la sociedad. Así, la empresa ha decidido que sean los mismos homeless los que salgan a vender las revistas en las calles. Para ser más precisos la mayor parte de las ganancias (alrededor del 60%) las recibe el indigente y la empresa obtiene sólo una parte mínima que sirve para solventar los costos de edición.
Sin duda, es un proyecto interesante y es posible su exportación hacia otras latitudes en donde el problema de los indigentes es mayor. Ahora bien, es preciso señalar que este proyecto no es una idea japonesa, sino inglesa. En el año de 1991, John Bird y Dave Bulldog deciden crear la revista y el concepto de indigentes vendedores. Actualmente, además de las versiones británica y japonesa, existen ediciones de Big Issue en Australia, Namibia y Sudáfrica. De igual manera existen proyectos similares en Argentina (Hecho en Bs As), Austria (Megalophon), Brasil (Ocas) y Eslovaquia (Nota Bene).
A guisa de conclusión quisiera señalar lo siguiente: el continuo aumento del número de indigentes y la falta de trabajo para ellos demuestran que el “capitalismo japonés” no es benevolente sino todo lo contrario. De igual manera, la situación que existe en Japón es una prueba de que los gobiernos que decidan implementar reformas neoliberales, no pueden descuidar a sus ciudadanos y agudizar las desigualdades. Finalmente, Big Issue puede ser un modelo innovador para la ciudad de México en donde miles de indigentes y niños de la calle no tienen trabajo. Pensando, simplemente en os lectores potenciales que hay en el DF y en el área metropolitana; una revista de estas características podría ser un éxito. Ahora depende, de la sociedad civil buscar ésta y otras alternativas.
1 件のコメント:
Hola Isami realmente me parece interesante lo ocurrido en Japon y esas otras experiencias en otros paices latinos, en mi pais se esta ingresando a una nueva forma de gobierno pero se la esta haciendo de una manera erronea creo, dejando de lado mas bien a la clase media y quebrajando las normas y leyes que rigen mi pais por suerte debo comentarte que luego que un largo tiempo de problemas que estaban dividiendo mi pais Bolivia se esta entrando en un dialogo que ojala sirva para solucinar todos estos problemas.
コメントを投稿