(Texto publicado en Diario Monitor, 9 de enero de 2007)
Hace un par de días, hojeé el número 27 de la revista Courrier Japon y encontré un artículo interesante. Antes de explicar su contenido, es pertinente explicar la línea editorial de esta gaceta bisemanal.
Courrier Japon es la versión japonesa de Courrier Internacional. Este magazín francés traduce diversos artículos de periódicos extranjeros y busca con esto mostrar un mejor panorama de la realidad mundial. La versión japonesa, publicada por Kodansha, sigue esta misma pauta, pero sus editores han decidido editar sólo los artículos que los medios japoneses convencionales no suelen publicar. De este modo, uno puede encontrar ahí, artículos interesantes del New Tork Times, Le Monde, El Clarín, El País, Dong-A Nipo, entre otros. Aunado a lo anterior, mantiene una sección permanente, en donde se presentan cómo los diarios mundiales abordan los diferentes acontecimientos que suceden en Japón.
Una vez puesto esto, quiera comentar el artículo que encontré. Es una charla que tuvo el editor de la revista con tres corresponsales internacionales que radican en Japón. Un coreano (Diario JoonAng), un francés (Libéracion) y un iraní (Iran Press Service). Entre los cuatro hicieron un recuento de lo que fue el 2006 y qué noticias llamaron más su atención. Así, la charla trató sobre Jun’ichiro Koizumi, Shinzo Abe, Corea del Norte, la recuperación de la economía japonesa, entre otros temas.
Ahora bien lo que llamó mi atención fue que los tres corresponsales resaltaron que los medios japoneses no son lo suficientemente autónomos y que mantienen un sesgo valorativo. Por ejemplo el corresponsal francés afirma que los medios japoneses no han podido difundir una información importante que permita construir una verdadera conciencia de sus errores del pasado (eso es una exageración). Algo que Francia sí ha logrado con los documentales de las guerras de Vietnam y Argelia (tengo mis dudas).
Por su parte, el corresponsal iraní considera que, pese a que Japón es un país democrático, el trato hacia muchas noticias no es igual. El caso de Corea del Norte muestra esto. Los noticieros de la televisión repiten una constante propaganda sobre las atrocidades y las violaciones de los derechos humanos en Corea del norte sin hacer un ejercicio más amplio. Señala también que si realmente es un problema de derechos humanos, la prensa también debería mostrar atención en otras latitudes en donde se hacen el mismo tipo de violaciones. Finalmente, el corresponsal coreano afirma que en la televisión existe una falta de debate. Los noticieros evaden muchos temas. Y señala que en Corea del Sur hay más programas de debate.
En suma, según los tres corresponsales, la prensa y los medios japoneses están en un serio aprieto. Probablemente, siendo su profesión el periodismo tengan razón, pero hay varios puntos que les falto hilar.
En primer lugar existe en sus comentarios un trato desigual de la libertad de prensa. Me llama la atención que sean el corresponsal coreano e iraní, los que aboguen por una apertura de los medios japoneses. Olvidan que en Irán no se mantiene una estricta apertura y que en Corea los medios sigue manteniendo un sesgo hacia Japón. Entonces, pedir a los japoneses una apertura es como meterse un autogol. Recuerdo el caso del genetista Hwang Woo-suk, quien engañó a todo el mundo con su éxito de experimento de clonación humana en el 2005. La cadena MBC fue la primera en señalar que hubo fraude y en lugar de aplaudírsele su investigación, se le tachó de mentirosa. Inclusive hubo un boicot hacia esta cadena en Corea. Probablemente, eso no pasa en Japón.
Un segundo punto es que la prensa japonesa no es un monolito como lo pintan los tres corresponsales. Cada agencia, periódico y estación de televisión mantiene una línea política y con base en eso, las noticias cambian. No es lo mismo el trato que tiene el liberal Asahi o el derechista Sankei. Finalmente, los tres olvidan, definitivamente el papel histórico de los medios de comunicación, en especial de la prensa, después de la posguerra. En un sistema político que ha sido dominado por los conservadores, cuyo partido no pierde nunca; la existencia de una prensa “autónoma” ha servido para frenar muchos excesos.
Como palabras finales, no dudo que la prensa y la televisión japonesa tengan problemas, pero ¡qué medios en el mundo no tienen problemas! Y bueno tenemos el caso de México, en donde una sola cadena domina todo. Algo que para Japón sería imposible.
Hace un par de días, hojeé el número 27 de la revista Courrier Japon y encontré un artículo interesante. Antes de explicar su contenido, es pertinente explicar la línea editorial de esta gaceta bisemanal.
Courrier Japon es la versión japonesa de Courrier Internacional. Este magazín francés traduce diversos artículos de periódicos extranjeros y busca con esto mostrar un mejor panorama de la realidad mundial. La versión japonesa, publicada por Kodansha, sigue esta misma pauta, pero sus editores han decidido editar sólo los artículos que los medios japoneses convencionales no suelen publicar. De este modo, uno puede encontrar ahí, artículos interesantes del New Tork Times, Le Monde, El Clarín, El País, Dong-A Nipo, entre otros. Aunado a lo anterior, mantiene una sección permanente, en donde se presentan cómo los diarios mundiales abordan los diferentes acontecimientos que suceden en Japón.
Una vez puesto esto, quiera comentar el artículo que encontré. Es una charla que tuvo el editor de la revista con tres corresponsales internacionales que radican en Japón. Un coreano (Diario JoonAng), un francés (Libéracion) y un iraní (Iran Press Service). Entre los cuatro hicieron un recuento de lo que fue el 2006 y qué noticias llamaron más su atención. Así, la charla trató sobre Jun’ichiro Koizumi, Shinzo Abe, Corea del Norte, la recuperación de la economía japonesa, entre otros temas.
Ahora bien lo que llamó mi atención fue que los tres corresponsales resaltaron que los medios japoneses no son lo suficientemente autónomos y que mantienen un sesgo valorativo. Por ejemplo el corresponsal francés afirma que los medios japoneses no han podido difundir una información importante que permita construir una verdadera conciencia de sus errores del pasado (eso es una exageración). Algo que Francia sí ha logrado con los documentales de las guerras de Vietnam y Argelia (tengo mis dudas).
Por su parte, el corresponsal iraní considera que, pese a que Japón es un país democrático, el trato hacia muchas noticias no es igual. El caso de Corea del Norte muestra esto. Los noticieros de la televisión repiten una constante propaganda sobre las atrocidades y las violaciones de los derechos humanos en Corea del norte sin hacer un ejercicio más amplio. Señala también que si realmente es un problema de derechos humanos, la prensa también debería mostrar atención en otras latitudes en donde se hacen el mismo tipo de violaciones. Finalmente, el corresponsal coreano afirma que en la televisión existe una falta de debate. Los noticieros evaden muchos temas. Y señala que en Corea del Sur hay más programas de debate.
En suma, según los tres corresponsales, la prensa y los medios japoneses están en un serio aprieto. Probablemente, siendo su profesión el periodismo tengan razón, pero hay varios puntos que les falto hilar.
En primer lugar existe en sus comentarios un trato desigual de la libertad de prensa. Me llama la atención que sean el corresponsal coreano e iraní, los que aboguen por una apertura de los medios japoneses. Olvidan que en Irán no se mantiene una estricta apertura y que en Corea los medios sigue manteniendo un sesgo hacia Japón. Entonces, pedir a los japoneses una apertura es como meterse un autogol. Recuerdo el caso del genetista Hwang Woo-suk, quien engañó a todo el mundo con su éxito de experimento de clonación humana en el 2005. La cadena MBC fue la primera en señalar que hubo fraude y en lugar de aplaudírsele su investigación, se le tachó de mentirosa. Inclusive hubo un boicot hacia esta cadena en Corea. Probablemente, eso no pasa en Japón.
Un segundo punto es que la prensa japonesa no es un monolito como lo pintan los tres corresponsales. Cada agencia, periódico y estación de televisión mantiene una línea política y con base en eso, las noticias cambian. No es lo mismo el trato que tiene el liberal Asahi o el derechista Sankei. Finalmente, los tres olvidan, definitivamente el papel histórico de los medios de comunicación, en especial de la prensa, después de la posguerra. En un sistema político que ha sido dominado por los conservadores, cuyo partido no pierde nunca; la existencia de una prensa “autónoma” ha servido para frenar muchos excesos.
Como palabras finales, no dudo que la prensa y la televisión japonesa tengan problemas, pero ¡qué medios en el mundo no tienen problemas! Y bueno tenemos el caso de México, en donde una sola cadena domina todo. Algo que para Japón sería imposible.
2 件のコメント:
Tomo este fragmento:
"Cada agencia, periódico y estación de televisión mantiene una línea política y con base en eso, las noticias cambian."
Bueno, quizas tengas razon respecto a la PRENSA japonesa, pero en cuanto a los noticieros de la television... por dios, igual o peor que en Mexico!
En dos diferentes canales (TV Asahi y TV Tokyo) cubriendo a la misma hora una nota sobre el numero de conejos que fueron exportados a Corea del Norte por parte unos criadores japoneses... eso no es sesgo? O_o
Quiza a los corresponsales extranjeros como a mi, nos haga falta el dominio del japones escrito para analizar la prensa japonesa, pero hay cosas que ocurren en los noticieros de Japon que es para lamentarse -_-u
Christian
Los noticieros son malos, sin duda, pero depende de los horarios. Hay noticieros más serios y con una clara línea política (normalmente son los que salen en la noche). Los noticieros de la mañana y de la tarde están enfocados hacia las amas de casa y muchas de las noticias suelen ser frivolidades.
Por lo que toca al sesgo hacia Corea del norte, sin duda existe y mucho. Pero esto se explica también porque Corea del Norte es un "peligro". Finalmente, no es un pan de Dios. Además, existe una prohibición para exportar productos hacia Corea del Norte, por parte del gobierno japonés.
En este sentido, la noticia de los conejos, nos puede parecer una exageración y que las televisoras vean este evento como un problema político y no un problema de ayuda humanitaria, es una lástima. Pero, insisto, Corea sí ha sido un dolor de cabeza, algo, por ejemplo, no lo fue Cuba hacia México durante la Guerra fría.
Un último detalle. Y esto denota un cinismo de tu parte.
Te equiparas con los corresponsales de los periódicos extranjeros que salen en Courrier Japon y eso es una mentira.
Tú no eres un corresponsal de ningún periódico ni mucho menos un periodista que le paguen dinero por estar en Japón. Tú eres un alumno de maestría que está haciendo una estancia corta en este país.
Puedes denominarte periodista (finalmente, el internet permite hacer periodismo aficionado) o a los mejor trabajaste en un periódico. Pero eso no te permite adjudicarte puestos que no tienes.
Denotan una falta real de seriedad hacia tus investigaciones. Por lo demás, creo que estoy de acuerdo, la televisión japonesa no es buena
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