8/01/2006

El rock japonés y la apatía política

(Texto publicado en Diario Monitor, 1 de agosto de 2006)

“En las grandes urbes aumentan el suicidio de jóvenes. Eso dice una escondida nota del periódico que llegó hoy. Pero el problema es que hoy llueve y no tengo paraguas. Tengo que ir a verte. Tengo que ir a tu casa, mientras me mojo. Una fría lluvia infiltra hoy mi alma y hace que no piense en otra cosa que no sea en ti. ¿Dime esto es algo bueno? En la televisión una persona está hablando muy angustiada sobre el futuro de nuestro país. Pero el problema es que hoy llueve y no tengo paraguas. Tengo que ir a verte. Tengo que ir a tu casa, mientras me mojo...”

Las líneas anteriores forman parte de la letra No tengo paraguas, canción compuesta en 1972 por el cantautor Yosui Inoue. Probablemente, esta melodía socarrona puede sonar irreverente y más en tiempos de “política ficción”. Esta canción, empero, no es de ningún modo una desfachatez ni una tergiversación personal, sino una descripción perfecta de lo que ha sido la sociedad japonesa después del decenio de los setenta.

A partir de esos años, los jóvenes dejan la rebeldía política para convertirse en un ente consumista, trayendo como resultado un decrecimiento exponencial de las movilizaciones masivas (algo que muchos seguidores del acartonado Felipe Calderón quisieran ver en estos días). De este modo, en Japón no observamos protestas masivas de estudiantes como las que hubo en Francia hace unos meses. Tampoco atisbamos manifestaciones pacifistas que logren convocar a una gran audiencia como en Estados Unidos. Y obviamente, es imposible columbrar la conglomeración de 1.1 millones en una plaza pública como ocurrió en México (y no por falta de espacio).

Ahora bien, un indicador que demuestra a la perfección esta apatía y desinterés hacia la política es la música japonesa. Para comprender esto, es prudente explicar las características de la industria musical de este país.
El mercado musical en Japón está dividido en dos grupos: música extranjera y el J-Pop. En el caso del primero encontramos varios géneros como rock, pop, reggae, bossa nova, entre otros. Y como en todo el mundo, la música en inglés, ocupa la mayor parte, aunque también tenemos otros idiomas. De hecho, la variedad de material discográfico de las tiendas de Tokio es tan grande que uno puede encontrar discos de José José, Molotov o Grupo Niche.

Por lo que toca al J-Pop, éste también está compuesto por varios géneros aunque con un claro dominio del pop. En el caso específico de éste sus letras no hacen ninguna alusión hacia algún tema social y se suele explotar mucho la imagen de los artistas, así como sus vestuarios que a veces caen en lo ridículo. En este sentido, no difiere mucho de los grupos de Televisa. Ahora, la diferencia crucial con México es que esta falta de conciencia social que tiene el pop se reproducen también en los grupos de Rock y Hip-Hop. Géneros que en nuestro país se han prestado mucho a la crítica política. Digámoslo así: en Japón no encontraremos grupos como Molotov, Tijuana No o Panteón Rococó.

No quiero decir con lo anterior que los grupos de rock o Hip-Hop tengan que tener siempre un mensaje social, pero es interesante ver que en Japón no se cumple con este tipo de patrón no sólo común en México sino en cualquier otro país. ¿Por qué existe esta situación? No tengo un conocimiento profesional sobre la música y mucho menos quiero hacer una generalización extrema. Mi humilde respuesta a esta interrogante es que todo está vinculado a la aprobación falsa de que en este país no hay injusticias; a la destrucción de la rebeldía política en los años setenta; y a la aceptación inconsciente de muchos músicos japoneses de que la crítica social no genera dinero ni fama. Dicho de otra manera, pese a que los jóvenes están inmersos en un mundo politizado, esta situación no les quita el sueño, tal y como lo describe No tengo paraguas.

Me intriga mucho esto, porque aquí siempre ha existido la libertad de expresión y no como ha ocurrido durante muchos años en México. Empero, nada es para siempre y esto puede cambiar eventualmente. De hecho, existen actualmente condiciones que permiten un mayor desarrollo de una crítica social dentro del rock japonés. Especialmente, el aumento de la brecha social entre los más ricos y los más pobres de los últimos años puede concienciar a más jóvenes sobre los problemas que aquejan a su país. Quién sabe, a lo mejor en uno años podremos ver un Profeta del Nopal en estas tierras y cuando surja ese Rockdrigo japonés muy probablemente el rock de este país será algo más interesante.

1 件のコメント:

Christian Hernández さんのコメント...

Hola Isami

Solo quiero decirte que la critica social en la musica se ha dado en los ultimos anos en los materiales de los nuevos hiphoperos y las bandas de rock "indies"... por supuesto que sus discos nunca los encontraras en Tower Records o Tsutaya, eso dice mucho al respecto...

Chao...