(Texto publicado en Diario Monitor, 11 de julio de 2006)
La semana pasada, dos incidentes sin relación alguna dejaron con la boca abierta a miles en el Pacífico. El primero fue el triunfo apretado de Felipe Calderón. Mientras que el segundo fue el lanzamiento de varios misiles por parte de Corea del Norte. Veamos un poco sobre cada uno de estos eventos, empezando con el primero.
Es de sobra conocido que la democratización de México ha estado marcado por una constante, pero lenta transformación de las instituciones. Estas transmutaciones fueron inducidas por el PRI, ya que para perpetua su poder, éste necesitaba una pluralidad política. Y encontró en las reformas electorales la fórmula perfecta. Sin duda, uno de estos “monstruos” que creó fue el IFE.
Empero, para nuestra suerte, lo que conformó el organismo electoral, así como su autonomía no fue una decisión impuesta por el PRI, sino que fue el producto de una larga negociación con la oposición. Ahora llama la atención que cuando se probó por primera vez la autonomía del IEE en 1997, Calderón y AMLO eran los presidentes de su respectivos partidos. Y lo más curioso es que en esos comicios el PRD logró una ventaja mínima sobre el PAN
Pero para no extender más el relato, basta decir que el IFE logra superar sin problemas su debut en los comicios de 1997 y en las elecciones del 2000, gracias a la existencia de un Consejo General responsable y una preferencia menos polarizada, el organismo electoral pasa la prueba. De hecho, esta fortaleza queda remarcada en los comicios de 2003 en donde el PAN tiene un retroceso. Sin embargo, este éxito fue opacado por la llegada del nuevo Consejo General. De hecho, en su momento, los medios más críticos pusieron en tela de juicio la imparcialidad de Luis Carlos Ugalde. Finalmente, el desempeño surrealista que mostró el PREP confirmó estos temores.
Ahora bien, me es difícil pensar que hubo fraude, pero sí creo que hay muchas inconsistencias dignas de una obra de Franz Kafka. Por ejemplo, una de las grandes dudas que generó el conteo (dentro de los simpatizantes “matemáticos” de AMLO) fue la forma como el PAN mantuvo siempre la ventaja. ¿Por qué no se dio un fluctuación constante entre los dos candidatos en el PREP, si la información que se computaba era aleatoria y la elección estaba tan reñida? Para muchos todo fue producto de un algoritmo lineal creado por alguien cercano a Felipe. Inclusive, argumentaron que en el conteo distrital también mantenía esta inconsistencia.
Desgraciadamente, desde este remoto país no tengo el conocimiento para poder corroborar este surrealista resultado. Lo que sí quedo demostrado es que frente a unas elecciones tan cerradas el Consejo General no tuvo un desempeño idoneo y puso en claro las debilidades del IFE: una de las instituciones más caras.
Pero dejemos un lado esto porque aún queda mucho y pasemos ahora al caso de Corea del Norte. A escasas horas antes de que iniciara el conteo distrital en México, Pyongyang lanzó 7 proyectiles, incluidos el misil de largo alcance Taepondong II. ¿Qué pretende Norcorea con esto? Al parecer lo que busca el régimen autoritario, encabezado por el generalísimo Kim Jong Il (hijo del fundador de Corea del norte, Kim Il Sung), es dejar la ineficiente negociación que había emprendido con Tokio, Seúl, Pekín, Moscú y Washington y presionar directamente a Estados Unidos para negociar bilateralmente la cancelación del bloqueo económico, impuesto por la administración de Bush.
La gran duda, realmente tiene algún un mérito hacer esto. Creo que esta decisión surrealista puede ser muy costosa para Pyongyang. En primera, los lanzamientos van a reforzar la postura anti-norcoreana que existe en la derecha japonesa y acrecentará las posibilidades de un rearme japonés. De igual manera, esta postura bravucona va a debilitar la política conciliadora que había implementado Seúl desde 1998. Asimismo, esta actitid sólo acrecentará la fuerza de los neoconservadores de Estados Unidos. Finalmente, a pesar de que Moscú y Pekín no han apoyado las sanciones que están promoviendo Tokio y Washington en la ONU; los lanzamientos no garantizarán que Rusia y China sigan manteniendo una postura conciliadora en el futuro.
Desgraciamente por ahora no hay respuesta, pero de lo que sí hay certeza es que estos dos hechos surrealistas han dejado por separado un sabor amargo para muchos simpatizantes de una izquierda amorfa y un buen susto para miles de japoneses, pero también han provocado una alegría para miles de simpatizantes de un candidato gris y una nueva imprudencia de un rechoncho dictador asiático. Me pregunto: ¿qué hubiera pensado Kafka sobre estos sucesos “chuscos” de la historia?
La semana pasada, dos incidentes sin relación alguna dejaron con la boca abierta a miles en el Pacífico. El primero fue el triunfo apretado de Felipe Calderón. Mientras que el segundo fue el lanzamiento de varios misiles por parte de Corea del Norte. Veamos un poco sobre cada uno de estos eventos, empezando con el primero.
Es de sobra conocido que la democratización de México ha estado marcado por una constante, pero lenta transformación de las instituciones. Estas transmutaciones fueron inducidas por el PRI, ya que para perpetua su poder, éste necesitaba una pluralidad política. Y encontró en las reformas electorales la fórmula perfecta. Sin duda, uno de estos “monstruos” que creó fue el IFE.
Empero, para nuestra suerte, lo que conformó el organismo electoral, así como su autonomía no fue una decisión impuesta por el PRI, sino que fue el producto de una larga negociación con la oposición. Ahora llama la atención que cuando se probó por primera vez la autonomía del IEE en 1997, Calderón y AMLO eran los presidentes de su respectivos partidos. Y lo más curioso es que en esos comicios el PRD logró una ventaja mínima sobre el PAN
Pero para no extender más el relato, basta decir que el IFE logra superar sin problemas su debut en los comicios de 1997 y en las elecciones del 2000, gracias a la existencia de un Consejo General responsable y una preferencia menos polarizada, el organismo electoral pasa la prueba. De hecho, esta fortaleza queda remarcada en los comicios de 2003 en donde el PAN tiene un retroceso. Sin embargo, este éxito fue opacado por la llegada del nuevo Consejo General. De hecho, en su momento, los medios más críticos pusieron en tela de juicio la imparcialidad de Luis Carlos Ugalde. Finalmente, el desempeño surrealista que mostró el PREP confirmó estos temores.
Ahora bien, me es difícil pensar que hubo fraude, pero sí creo que hay muchas inconsistencias dignas de una obra de Franz Kafka. Por ejemplo, una de las grandes dudas que generó el conteo (dentro de los simpatizantes “matemáticos” de AMLO) fue la forma como el PAN mantuvo siempre la ventaja. ¿Por qué no se dio un fluctuación constante entre los dos candidatos en el PREP, si la información que se computaba era aleatoria y la elección estaba tan reñida? Para muchos todo fue producto de un algoritmo lineal creado por alguien cercano a Felipe. Inclusive, argumentaron que en el conteo distrital también mantenía esta inconsistencia.
Desgraciadamente, desde este remoto país no tengo el conocimiento para poder corroborar este surrealista resultado. Lo que sí quedo demostrado es que frente a unas elecciones tan cerradas el Consejo General no tuvo un desempeño idoneo y puso en claro las debilidades del IFE: una de las instituciones más caras.
Pero dejemos un lado esto porque aún queda mucho y pasemos ahora al caso de Corea del Norte. A escasas horas antes de que iniciara el conteo distrital en México, Pyongyang lanzó 7 proyectiles, incluidos el misil de largo alcance Taepondong II. ¿Qué pretende Norcorea con esto? Al parecer lo que busca el régimen autoritario, encabezado por el generalísimo Kim Jong Il (hijo del fundador de Corea del norte, Kim Il Sung), es dejar la ineficiente negociación que había emprendido con Tokio, Seúl, Pekín, Moscú y Washington y presionar directamente a Estados Unidos para negociar bilateralmente la cancelación del bloqueo económico, impuesto por la administración de Bush.
La gran duda, realmente tiene algún un mérito hacer esto. Creo que esta decisión surrealista puede ser muy costosa para Pyongyang. En primera, los lanzamientos van a reforzar la postura anti-norcoreana que existe en la derecha japonesa y acrecentará las posibilidades de un rearme japonés. De igual manera, esta postura bravucona va a debilitar la política conciliadora que había implementado Seúl desde 1998. Asimismo, esta actitid sólo acrecentará la fuerza de los neoconservadores de Estados Unidos. Finalmente, a pesar de que Moscú y Pekín no han apoyado las sanciones que están promoviendo Tokio y Washington en la ONU; los lanzamientos no garantizarán que Rusia y China sigan manteniendo una postura conciliadora en el futuro.
Desgraciamente por ahora no hay respuesta, pero de lo que sí hay certeza es que estos dos hechos surrealistas han dejado por separado un sabor amargo para muchos simpatizantes de una izquierda amorfa y un buen susto para miles de japoneses, pero también han provocado una alegría para miles de simpatizantes de un candidato gris y una nueva imprudencia de un rechoncho dictador asiático. Me pregunto: ¿qué hubiera pensado Kafka sobre estos sucesos “chuscos” de la historia?
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