7/25/2006

Manga, Otakus y la Crítica Social

Durante los últimos cuatro decenios, Japón ha exportado elementos distintivos de su cultura popular como los cómics (manga) y las animaciones (anime). La fiebre por estos productos se ha esparcido por todo el mundo y, obviamente, México no ha sido la excepción. De hecho, en los últimos años se ha observado en nuestro país un acrecentamiento sustancial de lectores asiduos de mangas. Inclusive, muchos de ellos se han autodenominado a sí mismo como otakus: aficionados al manga y anime.

Ahora bien, en Japón el concepto otaku es un término totalmente despectivo. Es decir, no sólo es una palabra que denota una exacerbada enajenación, sino que también simboliza a individuos retraídos e introvertidos, vestidos de una manera atípica y sin ningún contracto con el mundo “real”. En los casos más extremos, los otakus son caricaturizados como seres pervertidos debido a su afición a coleccionar figuras de personajes femeninos y su propensión a lectura de cómics pornográficos y pedofílicos.

No cabe duda que este tipo de prejuicios son extremos y denotan un marcado conservadurismo de algunos sectores, pero al mismo habla de una gran apertura de los medios impresos japoneses, ya que pueden comercializar productos sumamente polémicos. Ahora bien, algunos defensores de la cultura otaku en México definen a estos individuos enajenados como una minoría incomprendida y critican también a la “sociedad occidental (México)” por no poder abstraerse de sus prejuicios y no comprender que en las manifestaciones artísticas de “Oriente” existe una concepción distinta sobre el sexo.

En mi opinión no creo sinceramente que los otakus formen parte de una minoría como son los trabajadores extranjeros o los zainichis (véase la columna del 6 de junio de 2006). De hecho, hasta ahora no he escuchado ningún caso de discriminación laboral hacia los otaku o situaciones en donde la ultraderecha ataque a estos aficionados al manga. De igual manera, no comparto esta idea de que la concepción sexual de los japoneses difiera tan radicalmente de “Occidente” (a lo mejor de algunas localidades conservadoras de México, sí). Es cierto que existe cierta tolerancia hacia algunos temas, pero esto no implica que subsista una aceptación abierta hacia la pedofília. Aunado a lo anterior, creo que muchas de estas producciones denigran a las mujeres y no veo realmente la cuestión artística. A lo mejor es mi falta de sensibilidad estética y me disculpo por lo que diré a continuación, pero creo que este tipo de adulación de los otakus mexicanos sobre las supuestas maravillas de la cultura japonesa es sólo un vulgar orientalismo.

Cabe destacarse que no toda la industria del manga está dedicado a satisfacer las necesidades de los otakus, sino a un mayor grupo de lectores. De hecho, la comercialización de los cómics está escalonado según la cantidad de años que tienen los lectores y cuando éste llega a una edad adulta, el contenido de los mangas se vuelve sumamente complejo y en muchos casos con una marcada crítica social. Inclusive, cuando un manga logran tener éxito entre los lectores adultos, las televisoras o las casas cinematográficas suelen realizar una versión en carne y hueso de éstas.

Un ejemplo es la obra de Syuho Sato, Salúdame a Black Jack. Este manga trata sobre los problemas éticos que enfrenta un estudiante de medicina durante sus prácticas profesionales. Por ejemplo, en el capítulo donde el personaje principal labora en el departamento de cancerología, el autor enfatiza los impedimentos jurídicos que existen en Japón hacia el uso de ciertos medicamentos y la frialdad que reciben muchos enfermos que van agonizando. Esto no quiere decir, por su puesto, que todas los autores sean progresistas. Hay algunos como Yoshinori Kobayashi que tratan de reivindicar el nacionalismo japonés. Mientras que otros como Akira Toriyama, autor de Dragon Ball, no tienen nada de crítica social. En fin, hay tantas cosas que decir y este espacio no es suficiente.

Para finalizar, dejo algunas preguntas abiertas a los autodeterminados otakus mexicanos. ¿Cuáles su opinión sobre lo que se produce en México? ¿Cuál es su posición frente a los trabajos de Rius, Abel Quezada, Trino y El Fisgón? ¿Cuál es su opinión sobre Memín Pinguín, Kalimán, El Libro Vaquero y Lagrimas, Risas y Amor? Probablemente, para algunos de ustedes estos no tengan un contenido tan llamativo como lo mangas, pero creo que son parte de nuestra cultura popular y muchas de ellas expresiones también de una crítica social y política.

7/18/2006

¿Dónde está México?

(Texto publicado en Diario Monitor, 18 de julio de 2006)

La elección presidencial del 2 de julio ha acaparado la atención de muchos medios en el mundo. Por lo menos esa es la impresión que nos han querido proyectar los principales diarios de circulación nacional. Empero, este marcado interés no se cumplió en el caso de Japón. Esto no significa que los periódicos no hayan cubierto la contienda electoral mexicana. De hecho, sí hubo notas informativas, pero la gran mayoría fueron pequeños reportes y en ningún momento éstas noticias superaron a las notas que ha circulado en las últimas dos semanas: 1) el lanzamiento de misiles norcoreanos, 2) el retiro del futbolista Hidetoshi Nakata, y 3) la detección de un tumor a Sadaharu Oh, quien ostenta el récord de más cuadrangulares en la historia del béisbol mundial.

¿Por qué los medios japoneses no pusieron la suficiente atención a lo que estaba aconteciendo en México? Desgraciadamente, tengo más dudas que posibles explicaciones. En primera, no entiendo por qué, siendo México uno de los principales nichos de estudios de los latinoamericanistas japoneses, no se dio una mayor difusión de estos comicios históricos. Igualmente, no comprendo todavía cuál es la posición del gobierno japonés frente a los históricos comicios. Generalmente, Tokio suele privilegiar la estabilidad sin importar qué fuerza gobierne. Entonces, ¿por qué no ha habido una mayor reacción?

Al parecer la repuesta menos complicada es que estamos frente a una situación de desprecio, pero plausiblemente esta situación se deba también al trato indiferente que manifestó Fox durante su gobierno hacia Japón y su región circunvecina. Para sustentar esta afirmación es necesario analizar rápidamente cómo fue la estrategia hacia Asia-Pacífico. Y para no aturdirlos con muchos detalles, basta decir que el presidente no logró diseñar nunca una política sistematizada hacia esta región.

En primer lugar, excluyendo el tratado de libre comercio (cuya negociación inició desde el gobierno de Salinas y Fox no tiene tantos méritos), nunca quedó claro qué buscaba exactamente el panista en este país asiático. Es triste, pero esta decisión va a terminar por alejar un importante nicho comercial y educativo.
De igual manera, nunca se supimos cuál fue la postura del gobierno mexicano hacia los misiles norcoreanos y la inestabilidad que vive actualmente la península. En el hipotético caso de que el régimen autoritario de Pyongyang se destruyera, cuál hubiera sido la postura de México. Asimismo, en caso de una reunificación coreana, qué hubiera hecho el gobierno para evitar la salida de fábricas de Samsung hacia Corea del Norte.

Aunado a lo anterior, la estrategia que trató de implementar Fox hacia China tampoco rindió los frutos esperados. Esto lo ejemplifica la regañada que le dio Pekín a Fox cuando se quiso entrevistar con el Dalai Lama en su visita a México en octubre de 2004. No se suponía que una de las directrices del presidente panista era defender los derechos humanos en el sistema internacional. Entonces ¿por qué Fox no se entrevistó con el líder del Tíbet? Al parecer, el presidente careció de una visión más clara sobre China y lo más triste es que sólo la tachó como amenaza económica.

Y la lista sigue: 1) ¿cuál fue la estrategia hacia Australia y Nueva Zelanda? 2) ¿Cuál fue la postura mexicana hacia Asociación de Naciones del Sudeste de Asia o la Organización de Cooperación de Shangai, conformada por Rusia, China y Asia Central? 3) ¿Cuál fue la política hacia India, que si bien no es parte de Asia-Pacífico, sí es un actor importante del sistema internacional? 4) ¿Cuál fue la opinión de México hacia la entrada de inversión china a la industria energética brasileña y venezolana?

Demasiadas preguntas y probablemente muy pocas respuestas. Espero, amable lector no haberlo confundido y de serlo así me disculpo, pero creo que si no se comprende la forma como se llevó la política exterior hacia Asia-Pacífico en esta administración; probablemente no se puede explicar la falta de interés que mostró la prensa japonesa hacia los comicios del 2 de julio. Tema inicial de esta cavilación.

Como palabras finales: deseo sinceramente que los grupos que lleven las riendas de Tlatelolco en la siguiente administración (sea quien sea) recapitulen los errores de la diplomacia foxista, ya que no toda continuidad es positiva. Sólo si se da este “cambio”, probablemente los medios japoneses tomen con más seriedad los próximos comicios de 2012 y no el retiro de futbolistas arrogantes y sin mucho talento.

7/11/2006

Surrealismo Transpacífico

(Texto publicado en Diario Monitor, 11 de julio de 2006)

La semana pasada, dos incidentes sin relación alguna dejaron con la boca abierta a miles en el Pacífico. El primero fue el triunfo apretado de Felipe Calderón. Mientras que el segundo fue el lanzamiento de varios misiles por parte de Corea del Norte. Veamos un poco sobre cada uno de estos eventos, empezando con el primero.

Es de sobra conocido que la democratización de México ha estado marcado por una constante, pero lenta transformación de las instituciones. Estas transmutaciones fueron inducidas por el PRI, ya que para perpetua su poder, éste necesitaba una pluralidad política. Y encontró en las reformas electorales la fórmula perfecta. Sin duda, uno de estos “monstruos” que creó fue el IFE.

Empero, para nuestra suerte, lo que conformó el organismo electoral, así como su autonomía no fue una decisión impuesta por el PRI, sino que fue el producto de una larga negociación con la oposición. Ahora llama la atención que cuando se probó por primera vez la autonomía del IEE en 1997, Calderón y AMLO eran los presidentes de su respectivos partidos. Y lo más curioso es que en esos comicios el PRD logró una ventaja mínima sobre el PAN

Pero para no extender más el relato, basta decir que el IFE logra superar sin problemas su debut en los comicios de 1997 y en las elecciones del 2000, gracias a la existencia de un Consejo General responsable y una preferencia menos polarizada, el organismo electoral pasa la prueba. De hecho, esta fortaleza queda remarcada en los comicios de 2003 en donde el PAN tiene un retroceso. Sin embargo, este éxito fue opacado por la llegada del nuevo Consejo General. De hecho, en su momento, los medios más críticos pusieron en tela de juicio la imparcialidad de Luis Carlos Ugalde. Finalmente, el desempeño surrealista que mostró el PREP confirmó estos temores.

Ahora bien, me es difícil pensar que hubo fraude, pero sí creo que hay muchas inconsistencias dignas de una obra de Franz Kafka. Por ejemplo, una de las grandes dudas que generó el conteo (dentro de los simpatizantes “matemáticos” de AMLO) fue la forma como el PAN mantuvo siempre la ventaja. ¿Por qué no se dio un fluctuación constante entre los dos candidatos en el PREP, si la información que se computaba era aleatoria y la elección estaba tan reñida? Para muchos todo fue producto de un algoritmo lineal creado por alguien cercano a Felipe. Inclusive, argumentaron que en el conteo distrital también mantenía esta inconsistencia.

Desgraciadamente, desde este remoto país no tengo el conocimiento para poder corroborar este surrealista resultado. Lo que sí quedo demostrado es que frente a unas elecciones tan cerradas el Consejo General no tuvo un desempeño idoneo y puso en claro las debilidades del IFE: una de las instituciones más caras.

Pero dejemos un lado esto porque aún queda mucho y pasemos ahora al caso de Corea del Norte. A escasas horas antes de que iniciara el conteo distrital en México, Pyongyang lanzó 7 proyectiles, incluidos el misil de largo alcance Taepondong II. ¿Qué pretende Norcorea con esto? Al parecer lo que busca el régimen autoritario, encabezado por el generalísimo Kim Jong Il (hijo del fundador de Corea del norte, Kim Il Sung), es dejar la ineficiente negociación que había emprendido con Tokio, Seúl, Pekín, Moscú y Washington y presionar directamente a Estados Unidos para negociar bilateralmente la cancelación del bloqueo económico, impuesto por la administración de Bush.

La gran duda, realmente tiene algún un mérito hacer esto. Creo que esta decisión surrealista puede ser muy costosa para Pyongyang. En primera, los lanzamientos van a reforzar la postura anti-norcoreana que existe en la derecha japonesa y acrecentará las posibilidades de un rearme japonés. De igual manera, esta postura bravucona va a debilitar la política conciliadora que había implementado Seúl desde 1998. Asimismo, esta actitid sólo acrecentará la fuerza de los neoconservadores de Estados Unidos. Finalmente, a pesar de que Moscú y Pekín no han apoyado las sanciones que están promoviendo Tokio y Washington en la ONU; los lanzamientos no garantizarán que Rusia y China sigan manteniendo una postura conciliadora en el futuro.

Desgraciamente por ahora no hay respuesta, pero de lo que sí hay certeza es que estos dos hechos surrealistas han dejado por separado un sabor amargo para muchos simpatizantes de una izquierda amorfa y un buen susto para miles de japoneses, pero también han provocado una alegría para miles de simpatizantes de un candidato gris y una nueva imprudencia de un rechoncho dictador asiático. Me pregunto: ¿qué hubiera pensado Kafka sobre estos sucesos “chuscos” de la historia?

7/05/2006

Aprendiendo de México

(Texto publicado en Diario Monitor, 4 de julio de 2006)

México mostró dos facetas ambivalentes en el Mundial. La primera la de un equipo “chico” que no puede ganarle a rivales más débiles y otra la de una escudara “grande” que logra en momentos jugar a un mismo nivel que Argentina. El resultado, empero, fue el mismo de siempre: la oncena mexicana no llegó a los cuartos de final, aunque no perdió por goleada como pronosticaron. Esto último hubiera puesto muy feliz al xenofóbico de Hugo Sánchez.

¿Por qué fracasó México? Existen muchas razones. Primero, los jugadores, así como el técnico no supieron canalizar en goles la excelente preparación que se les brindó antes de la justa mundialista. Otra causa del descalabro estuvo ligado al malinchismo de los directivos que siguen prefiriendo aumentar el número de extranjeros que el desarrollo de buenos jugadores. Por último, los medios tuvieron también su parte por vender falsas ilusiones. Son problemas complejos que necesitan ser analizados con mayor detenimientos. Por ahora, roguemos que el siguiente técnico sea menos soberbio que La Volpe.

Pero dejando un rato este mar de pesimismo quisiera mencionar un dato. Resulta que la prensa deportiva japoneses ha visto en México a un buen modelo para su selección y el desarrollo de su fútbol. Por ejemplo, el ex director técnico de la selección nacional, Takeshi Okada, quien llevó a los nipones a su primer Mundial en 1998, afirmó en el periódico Asahi que el Tri es un excelente ejemplo de cómo un equipo de poca estatura y baja corpulencia física puede tener un buen desempeño frente a rivales más robustos. Además, Okada recalcó que la excelente condición física que ostentan los jugadores mexicanos son puntos que tiene que retomar Japón. Curiosamente, se observa esta misma postura en los analistas de fútbol en Japón. Inclusive, algunos han visto en la liga mexicana un exitoso modelo para mejorar la patética y poco concurrida J-League.

Probablemente, los que escriben de fútbol en México puedan confirmar estas “virtudes”. Aunque creo que en el caso de la resistencia física de los jugadores mexicanos se debe a su capacidad pulmonar, producto de la altura de la ciudad de México. Entonces, la clave para los japoneses es hacer sus pretemporadas en Toluca. De igual forma, el éxito económico de la liga mexicana se debe al gran poder cuasimonopólico que tiene Televisa, algo que en Japón es imposible. Al fondo los japoneses no quieren ver que Corea es un modelo más cercano. Este equipo conjuga una mejor resistencia física y fuerza mental que el equipo que dirigió el arrogante e incompetente Zico en Alemania.

Ahora bien, no todo es fútbol. En los últimos años, algunos economistas japoneses han visto en Latinoamérica una nueva clave para replantear el modelo neoliberal que los conservadores han implementado en su país. Dicho de otra manera, para ellos los gobiernos latinoamericanos han demostrado las imprudencias que significan las privatizaciones excesivas; los altos costos sociales que representan los gobiernos pequeños; y lo peligroso que puede ser la reducción de los programas sociales.

Probablemente, estas voces tienen razón. El modelo neoliberal que se ha implementado en los últimos años en Japón ha acrecentado la brecha entre los ricos y pobres. Empero, este país aún dista en muchos aspectos de lo que han sido Brasil o Argentina. Todavía tiene un capital humano que puede ser reordenado hacia industrias ultramodernas y empresas extremadamente competitivas. De igual manera, a pesar de todas los gastos gubernamentales ineficientes y numerosos casos de corrupción, Japón aún tiene un servicio civil de carrera meritocrático que permite un estado más funcional que México o Chile. Esto no significa que no les pueda pasar lo mismo que Latinoamérica.

En lo personal creo que los japoneses deben emprender un mayor debate sobre los problemas que implican las reformas estructurales. Para lograrlo, pueden recurrir al análisis comparado de las reformas en América Latina, pero también de casos más similares a Japón como Corea y Taiwán. Como en el fútbol, no es prudente irse con las fintas.

Probablemente, lo que comento aquí sea una tarea más para la academia japonesa y su labor esté alejado de la realidad que vivimos en México. Sin embargo, nuestro país no es un bodrio excepcional preso de un mesiánico tropical como lo quieren ver algunos. Comparte más cosas en común con otros países. Por eso, esperemos que la nueva administración vea hacia otras latitudes para guiar una responsable política económica y no reproduzca la misma tragicomedia del gobierno improvisado de Fox.

7/03/2006

Ryutaro Hashimoto y el neoliberalismo japonés

El pasado 1 de julio, falleció a los 68 años el ex primer ministro de Japón Ryutaro Hashimoto, quien dirigió las riendas de este país durante 1996 a 1998. Famoso por su engelado peinado y cabello negro, Hashimoto fue uno de los políticos japoneses más influyentes de los últimos años y uno de los principales promotores de las reformas neoliberales en Japón. He aquí algo sobre su vida y su legado.

La carrera política de Hashimoto inicia en 1963, cuando muere su padre (diputado conservador) a los 29 años y tiene que ocupar su lugar en la Dieta. Para los seguidores de su padre, el joven Ryutaro era demasiado inexperto para suplirlo, pero su falta de experiencia no resulta una barrera y Hashimoto comienza a cumplir con los deberes que le exige su partido. Así, se vuelve en uno de los predilectos del líder de la facción mayoritaria del Partido Liberal Demócrata (PLD), Kakuei Tanaka, quien había sido uno de los políticos conservadores más populares, pero también uno de los más corruptos. Asimismo, los vínculos que consigue tejer con los ministerios de Salud y Hacienda permiten a Hashimoto convertirse en uno de los principales artífices de las políticas públicas en Japón.

Ahora bien, la cúspide de su carrera política la marca una tragedia histórica: la derrota del PLD en 1993. Este descalabro transforma el sistema de partido predominante japonés y trae un cambio generacional en los mandos del partido conservador. Así, en 1993 Hashimoto logra el codiciado puesto de Secretario General del PLD. Al año siguiente, como administrador del partido, negocia con sus archirivales, los socialistas, una coalición que permite al PLD regresar al poder. Y en las elecciones presidenciales del partido, efectuadas en 1995, Hashimoto logra un triunfo contundente sobre su principal contrincante: Jun’ichiro Koizumi. Finalmente, cuando en 1996 su compañero de coalición, el socialista Tomiichi Murayama, renuncia al puesto de Primer Ministro, Hashimoto se convierte en el premier.

Por lo que respecta a su gobierno. Fue una administración con muchos problemas.
En primer lugar, tiene que reordenar la alianza militar con Estados Unidos; negociar una transformación de las bases militares estadounidenses en Okinawa; y dirigir una nueva estrategia de seguridad nacional. En este rubro, Hashimoto sale avante, aunque no como muchos conservadores aspiraban.

Otro problema que enfrenta es negociar un tratado con Rusia para el regreso de las Islas Curiles. En este rubro no pudo lograr un acuerdo final, aunque tuvo varios avances, si lo comparamos con los gobiernos anteriores.

El último reto que enfrenta Hashimoto es resolver la recesión económica que aquejaba a Japón desde 1991. Y para poder enfrentar este problema, decide hacer una reforma administrativa, basada en un modelo neoliberal. Sin embargo, su política económica fracasa y en su gestión se agudiza la recesión. Finalmente, en los comicios de la Cámara Alta de 1998, la oposición castiga al PLD y este descalabro obliga a Hashimoto a renunciar.

Con respecto a su vida política después de 1998, Hashimoto se convierte en el líder de la facción más grande dentro del PLD y en el año de 2001 participa en las elecciones presidenciales, pero pierde en contra de Jun’ichiro Koizumi. Esta derrota lo aleja definitivamente de la política nacional y después de varios escándalos de corrupción, fallece el 1 de julio de 2006.

La pregunta obligada es ¿cuál es el legado de Hashimoto? Sintetizar su aporte en una frase es imposible, pero podemos hacer la siguiente acotación: el gobierno de Hashimoto es el responsable directo de agudizar la recesión económica en Japón, pero también marca el inicio del modelo neoliberal que permite la recuperación actual, cuyo costo social ha sido el aumento de la pobreza.