Durante este mes de mayo se está presentando en el Centro de Exposiciones del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, la exposición Proyecto Japón: un país en las memorias, montada por el nipo-mexicano Taro Zorrilla Takeda y la japonesa Miho Hagino.
Para aquellos que no puedan asistir al caótico Aeropuerto Benito Juárez, existe un sitio donde pueden ver las fotos. http://proyecto-japon.org/
Esta obra es parte de la conmemoración de los 400 años del inicio de las relaciones entre México y Japón (1609-2009). Una festividad que no tiene una trascendencia tan importante como la intentó imprimir su principal promotor: la Embajada de México en Japón. De hecho, desde la perspectiva de la Historia Diplomática, las relaciones entre ambos países comenzaron “realmente” en el siglo XIX, cuando los representantes de ambos países firmaron el Tratado de Amistad, Comercio y Navegación (1888).
Empero, es pertinente señalar que algunos eventos que rodearon a la conmemoración de los 400 años fueron interesantes, tal y como ha sido el caso de esta exposición que montaron Zorrilla y Hagino.
Los autores entrevistaron a diversos mexicanos descendientes de japoneses y pusieron, junto a sus fotos, sus respuestas. Los entrevistados tuvieron que expresar qué sienten por la palabra Japón o japonés, pero bajo la condición de que no hicieran alusión en sus respuestas ninguno de estos términos.
Es un experimento interesante ya que permite ver cómo los descendientes de los japoneses nacidos en México ven su “tierra natal” y conciben sus raíces. Llama la atención que muchos definan a Japón como un país respetuoso y trabajador Esta visión suena un poco lejana a la imagen que tenemos nosotros los que vivimos acá. Probablemente, suene hasta anacrónico.
En ese sentido, como lo señalan Zorrilla y Hagino, Japón es una utopía olvidada. Yo añadiría que es una tierra idealizada y que es la antitesis de su otra “tierra natal” que es México: un país que en muchos sentidos no representa la imagen de un país respetuoso ni trabajador (sobre el último no creo que sea cierto, pero muchos extranjeros piensan que los mexicanos somos así).
Ahora bien, si yo tuviera que contestar esa pregunta. No sé qué contestaría la verdad. Yo nunca me he defino a mí mismo como Nikkei ni tampoco como Nipo-Mexicano. Sinceramente, mi respuesta sería otra que las personas que están acá. No tengo un Japón utópico como el de ellos, aunque quizás sí idealizado de otra manera, producto de mi larga estancia en Japón. Inclusive, yo creo que en mi caso es probable que tenga la imagen de México como una utopía olvidada.
1 件のコメント:
Isami:
Me llamo Tomoo Terada (http://teradatomoo.blogspot.com/)y he pensado también mucho en el sentido de tus cavilaciones. Me parece que no es sólo un problema de los mexicanojaponeses (¿te parece bien el término?)sino que la identidad asiática en todo el continente americano es problemática de principio a fin.
Leí lo que publicaste en Tierra Adentro. Hay, en el caso de México, un racismo en contra de los asiáticos, pero que no ha sido "legitimado" y por tanto reconocido, como sí lo ha sido el que se da contra los indígenas o los negros.
Y los asiáticos en México también tienen su parte de responsabilidad pues han sido convencidos de que no vale la pena protestar en contra de los estereotipos y mentiras que sobre ellos se digan, pues con eso demostrarían un complejo de inferioridad...que tienen precisamente por ser asiáticos.
Lamento mencionar que alguien tan culto e inteligente como José Antonio Aguilar Rivera, a quien tal vez tú conozcas, piensa que hay grupos discriminados de primera y de segunda, y entre los últimos incluye a los asiáticos.
Esto, para encubrir que Rosa Beltrán, actual directora de Literatura de la UNAM inventó que los coreanos que tienen negocios en la Zona Rosa se dedican a robarse los gatos de sus vecinos mexicanos, a fin de comérselos.
(http://teradatomoo.blogspot.com/2009/10/escaramuza-acerca-de-rosa-beltran-con.html)
Y a este respecto quisiera señalarte que para el racismo mexicano, todos los asiáticos somos "chinos". Chinos, coreanos, japoneses, etcétera, todos son lo mismo.
Repito. me interesaría mucho conversar contigo acerca del tema. Pongo este mensaje en tu blog, y te lo mando también a los correos que he encontrado de ti (este blog no tiene unoen la sección de perfil), a fin de localizarte rápido.
Saludos.
Tomoo Terada
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