11/06/2007

¿Hacia dónde va el turismo japonés?

(Artículo publicado en Diario Monitor el 6 de noviembre de 2007)

En los últimos años, los jóvenes japoneses (me refiero a las personas que oscilan entre los 18 y 30 años) han cambiado de manera importante su patrón de consumo. Esta situación se debe, principalmente, a la desigualdad social que ha prevalecido desde los años 90 y que se ha incrementado con mayor ímpetu, después de las reformas neoliberales, que han aplicado los gobiernos conservadores. Sin embargo, hay que señalar que esta transmutación también es producto de la diversificación del consumo de los jóvenes.

Por ejemplo, actualmente, muchos prefieren quedarse en sus casas los fines de semana, mirando el Internet, que salirse a bares. Igualmente, cada vez es mayor el número de jóvenes que han dejado de comprar automóviles. De hecho, en una reciente investigación emprendida por la Cámara Japonesa de la Industria Automotriz, se ha demostrado que muchos jóvenes no ven ventajoso comparar un coche, ya que el transporte público es sumamente eficiente y “barato”. Además, dado que las leyes de tránsito son muy estrictas, especialmente entorno a la ingestión de bebidas alcohólicas; muchos ven poco provechoso salir a divertirse en coche. Finalmente, las condiciones geográficas de las zonas urbanas, sus características demográficas, el altísimo costo que implica mantener un automóvil, así como una pensión; hacen difícil comprar un auto.

Ante esto, las empresas automotrices han decidido desarrollar nuevos modelos más deportivos para atraer la atención de los jóvenes. Asimismo, han buscado mejorar los interiores de los coches, así como sus aditamentos, colocando estéreos más modernos, navegadores satelitales y hasta mejores asientos. Finalmente, han desarrollado motores que gastan menos gasolina y que son más ecológicos. El éxito no ha sido inmediato, pero parece que está dando resultado.

Ahora bien, otro cambio importante entre los patrones de consumo de los jóvenes ha sido en el turismo, especialmente el que va hacia el extranjero. De acuerdo a las cifras gubernamentales en los últimos 10 años, han disminuido abruptamente el número de jóvenes que viajan fuera de Japón. Asimismo, de acuerdo a una encuesta del Nikkei Marketing Journal, un 75% de jóvenes no tienen un interés por visitar un país extranjero y prefieren mejor viajar dentro de Japón o bien ahorrar. Inclusive, algunos han contestado que ante el desarrollo del Internet, es innecesario salir de Japón para conocer el mundo.

Ante este tipo de respuestas, los encuestadores decidieron indagar por qué no quieren salir al extranjero. Un amplio número ha contestado que es demasiado caro viajar. En esto puede que tengan razón. Se calcula que en promedio, un japonés gasta 250 mil yenes (25 mil pesos, aproximadamente), cada vez que sale de Japón. Además, las agencias de viajes no ha buscado ofrecer paquetes más accesibles y sólo se han concentrado en satisfacer a una clientela acaudalada, especialmente el sector de 40 y 50 años.

Pero la historia no termina aquí. Otra razón que explicar el rechazo de viajar hacia el extranjero ha sido la insatisfacción que genera esto dentro de muchos jóvenes. La mayoría de los encuestados considera que los problemas de comunicación generan un estrés innecesario. Además, muchos están convencidos de que es mejor viajar dentro de Japón (especialmente visitar las termas), que salir al extranjero. Asimismo, según ellos, afuera de su país es muy inseguro (en esto tienen razón) y siempre tratan de engañarlos (esto es paranoia, pero sí tiene algo de cierto). Finalmente, muchos jóvenes consideran que al tener tan pocos días de vacaciones, estos viajes, lejos de ayudarles a quitarles su estrés, les genera más. Por esta razón, muchos han visto en el Internet un puente idóneo para conocer el mundo.

Como vemos, los jóvenes japoneses comienzan a fijarse mejor en las bondades que ofrece su país y esto puede ser positivo para poder reactivar muchas zonas turísticas que fueron olvidadas en los años 80 y 90, cuando millones de japoneses salieron a viajar hacia el exterior. Empero, visto desde una perspectiva mexicana, son números problemáticos. El tipo de turismo que ofrece nuestro país, está más enfocado hacia un sector adinerado de Japón, que a los jóvenes, quienes en 10 años serán los potenciales turistas que vengan a visitar Cancún o la Ciudad de México. Así, es necesario que el gobierno vuelva a revalorar su estrategia turística y busque enfrentar a un turista japonés muy apático. Desgraciadamente, el gobierno de Calderón no ha mostrado un avance en esto, pero bueno hablar de esto requiere de más espacio y, probablemente, una mayor investigación del autor de esta columna.

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