6/19/2007

Mangas y Animes: sin respuesta

(Texto publicado en Diario Monito, 19 de junio de 2007)

¿Por qué los mangas (cómics) y los animes (animaciones) japoneses tienen los ojos grandes? Esta pregunta la recibí hace ya varios meses por uno de los continuos lectores de esta modesta columna: Armando Román Zozaya. Prometí contestar esta interrogante lo antes posible, pero desgraciadamente no he encontrado aún una respuesta convincente, por lo menos para mi. Así, expongo lo que se suele decir y lo que pienso.

La razón de que los personajes de los mangas tengan los ojos grandes es por una influencia directa de Walt Disney. Esta es la respuesta que hizo, hace varios años, el ya fallecido Osamu Tezuka (1928-1989), considerado el mejor caricaturista de la historia japonesa. De acuerdo, al autor de Astro Boy (una de las primeras animaciones japoneses que logró cautivar a millones de japonés en los primeros años de la posguerra), el poner los ojos grandes, como lo hizo Disney en sus primeras producciones en blanco y negro, permite darle mejores gestos a los personajes (especialmente los que no son humanos) y al mismo tiempo hace que los gestos femeninos sean más claros.

Sin duda, Tezuka tenía razón. El mantener los ojos grandes permite transmitir mejor las expresiones humanas y más en personajes imaginarios como los robots que traro de plasmar en Astro Boy. Sin embargo, como sabemos, este tipo de técnica no sólo se ha concentrado en contextos fantasiosos. Los personajes “humanos” también se prestan a esto. Sin duda el ejemplo más notorio es el personaje principal de Remi (1978): la adaptación animada de la novela Sin Familia (1878) del escritor francés Hector Malot y que ha sido retransmitida por años y años en México.

Sin embargo, este tipo de técnica tiene un gran demérito. A pesar de que su uso ha permitido crear personajes extremadamente “bellos”, también su uso excesivo ha homogenizado a los protagonistas, al grado de que uno no distingue la diferencia clara entre cada uno de ellos. Dicho de una manera exagerada, todos se ven igual. Aunque hay que resaltar que en términos de costo y esfuerzo, es más efectivo escribir personajes similares que heterogéneos.

Ahora bien, para muchos “críticos”, lo anterior es permisible en personajes caucásicos como Remi o en contextos “occidentales”, pero señalan que es contrastante cuando se aplica en escenarios japoneses. De hecho, la mayoría de los mangas y animes giran entorno a Japón y en la mayoría de las obras es difícil encontrar a personajes que no representen los rasgos más característicos de los japoneses: los ojos rasgados (yo añadiría el color del pelo también y el tamaño de sus cabezas).

Los pocos casos que suelen buscar un realismo mayor son probablemente la animación de Katsuhiro Otomo, Akira (1988), y el cómic de Naoki Urasa, Monster (1994-2001). Empero, estas dos obras no llegan, en ningún momento, a parecerse a las animaciones xenofóbicas estadounidenses de la segunda Guerra Mundial. Un ejemplo que se me viene ahora la mente, es el cartón de Popeye, You’re A Sap, Mr. Jap (1942), en donde el marinero come espinacas golpea a miles de japoneses de ojos rasgados y dientes salidos.

Entonces, de nuevo nos lleva a la misma pregunta: ¿por qué esta tendencia de poner ojos grandes? Algunas voces, especialmente los que ven con prejuicio a Japón, consideran que esto es un reflejo de los complejos que tienen los japoneses hacia “Occidente”. Otros dicen que son el resultado de la ocupación estadounidense que puso como una de las premisas máximas adorar a Estados Unidos. Estos comentarios tienen cierta exactitud, si comparamos los mangas de la preguerra con los que se crean en la posguerra, pero atribuirle este tipo de explicaciones implicaría decir que toda la cultura popular japonesa de la posguerra es producto de una imposición externa o bien producto de complejos, lo cual no es cierto.

Probablemente, los expertos en historia del arte (y no los japonófilos) son los más calificados para poder explicar esta situación. Sin duda, mejor que este autor, que hasta la fecha sigue siendo asiduo lector de mangas. Sin embargo, si se me permite decir algo, creo que como todo tipo de expresiones artísticas (que se prestan a la comercialización), los mangas y los animes no tienen que presentar siempre una estricta expresión de la “realidad”.

En fin. Me disculpo por no poder brindar un comentario más concreto y para finalizar quisiera decir lo siguiente: creo que como no hay humanos que tengan ojos tan grandes como los mangas, tampoco existen cuerpos musculosos y cuadrados que suelen trazarse en los cómics de Marvell y DC Comics. Al fondo todas estas expresiones son concepciones distintas de aspectos humanos, que invitan necesariamente a un diálogo intercultural mayor.

1 件のコメント:

Armando Román Zozaya さんのコメント...

Muy buen texto, Isami.

Saludos