4/11/2007

El fenómeno Matsuzaka

(artículo publicado en Diario Monitor, 10 de abril de 2007)

El pasado 5 de abril, el lanzador de las Medias Rojas de Boston, Daisuke Matsuzaka, hace su debut en las Grandes Ligas frente a los Reales de Kansas City, cosechando ahí su primer triunfo de la temporada. Este suceso captó la atención de millones japoneses, así como de los principales medios.

Pero ¿quién es Matsuzaka? Empecemos mencionando algunos datos recientes sobre él. Este jugador de 26 años, es el lanzador japonés mejor pagado de las Grandes Ligas. Justamente, en el otoño del año pasado, Boston desembolsó por él, la jugosa cantidad de 51 millones de dólares para que el equipo donde militaba lo dejara libre. Y, posteriormente, en diciembre le ofrece un contrato de 50 millones de dólares por 5 años, el cual no pudo rechazar.

Obviamente, en su momento, la prensa estadounidense cuestionó si realmente valía la pena gastar tanto dinero por él, pero el historial del “novato” avalaba esto. Primero, durante su etapa como amateur, Matsuzaka impuso varios récords. Por ejemplo, en los cuartos de final del Torneo Nacional de Preparatoria de 1998, el pitcher japonés lanzó durante 17 entradas y en la gran final no permitió a su rival embazarse ni producir una sola carrera.

Por lo que toca a su vida como profesional. En 1998 ingresa a las filas de los Leones de Seibu y en 1999 obtiene el título del novato del año. Además en los subsecuentes años, obtiene varios títulos, entre ellos el Galardón Sawamura (La versión japonesa del Cy Young). Finalmente, Matsuzaka también ha tenido una regular participación en la selección nacional. Así, en los juegos Olímpicos de Sydney y Atenas logra una actuación importante, así como en el primer Clásico Mundial de Béisbol. En este último torneo, logra el título del Jugador Más Valioso.

De este modo, podemos decir que Matsuzaka es un candidato potencial para volverse en una de las grandes estrellas de las Grandes Ligas. Ahora bien, después del partido, un detalle me llamó la atención. En su entrevista con la prensa, el lanzador manifiesta que con este debut, cumple uno de sus grandes sueños de la infancia: jugar en las Grandes Ligas.

Estas últimas declaraciones, me parecieron exageradas y creo que es sólo una forma para quedar bien con la prensa de Estados Unidos. Realmente es difícil pensar que Matsuzaka y cualquier japonés de su edad tuvieran un conocimiento real de lo que son las Grandes Ligas cuando era niños. Por qué digo esto. Cuando él era niño, ningún jugador japonés militaba en un equipo de las Grandes Ligas.

De hecho, desde que debutó Masanori Murakami (primer japonés que juega en las Grandes Ligas) en 1964, no se había dado un caso de un japonés que jugara profesionalmente en Estados Unidos. Finalmente, esta sequía se termina en 1995, cuando Hideo Nomo debuta con los Dodgers de Los Angeles, y a partir de esa fecha comienza un éxodo de jugadores japoneses, sobresaliendo la llegada de Ichiro Suzuki y Hideki Matsui a la Grandes Ligas.

Para no alargar más el asunto, podemos decir simplemente que Matsuzaka es un jugador más de la oleada que inicia Nomo en 1995. La pregunta obligada, entonces, es ¿por qué no se aventuraban a jugar los japoneses en Estados Unidos? Contestar esto es imposible en tan pocas líneas, pero podemos mencionar algunas razones.

El primer obstáculo para ir a Estados Unidos fue la paga. Los jugadores japoneses ganaban sumas jugosas y preferían quedarse en Japón, ya que no había garantía de que en Estados Unidos les pagaran lo mismo (algo similar a lo que les pasa a los jugadores de fútbol en México). Una segunda razón fueron las claras diferencias culturales y de idioma entre Japón y Estados Unidos, pero también la autosugestión errónea de muchos jugadores japoneses de que el nivel de juego entre las Grandes Ligas y la Liga Japonesa eran tan abismal, que no les iba a permitir una carrera trascendental en la mejor liga del mundo. Finalmente, aunque indirectamente, la falta de un interés por parte de los propios aficionados japoneses hacia las Grandes Ligas evitó que los jugadores salieran de Japón. De hecho, antes del aumento de la televisión de paga y los servicios de Internet, muy pocos tenían contacto con las Grandes Ligas.

El espacio se me termina y como palabras finales quisiera decir lo siguiente: desconozco cómo será el éxodo en el futuro. Probablemente implique en una fuga de talentos de la Liga Japonesa, pero creo que esta salida es benéfica, no sólo para los propios jugadores, sino también para las Grandes Ligas, ya que eso aumenten su pluralidad étnico-nacional y con esto el arrogante nombre de Serie Mundial, que tiene el Clásico de Otoño, tenga más sentido (a lo mejor nunca lo ha tenido).

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