(Texto publicado en Diario Monitor, 21 de noviembre de 2006)
Hace unas semanas, una lectora me preguntó por qué en Japón existe una mayor tendencia hacia el suicidio, especialmente de los jóvenes. Trataré de contestar, pero advierto que no soy experto en esta materia. Mi respuesta que estará basada en la lectura de algunos datos estadísticos, así como un delineamiento del los patrones de conducta de los japoneses. Comencemos.
Antes que todo, Japón no tiene el mayor índice de suicidios en el mundo. Según la OMS, Lituania ostenta el primer lugar, seguida por Rusia y otras repúblicas ex soviéticas. Esto ha hecho que un amplio número de “expertos” adjudiquen el factor climático, especialmente a las bajas temperaturas, como causa principal del suicidio. Sin embargo, esto no se cumple siempre. Cuba, un país tropical, tiene el lugar 18, superando a Canadá (40) e Islandia (43).
Regresando el argumento a Japón, este país asiático ocupa el lugar 10 y en términos de suicidios juveniles, es superado por Gran Bretaña y Australia. Esto no implica que esté totalmente alejado del fenómeno del suicidio. Todo lo contrario. Es el país “desarrollado” en donde las personas se quitan más su vida y es el tercer lugar mundial en suicidios femeninos. Son estos datos los que han llamado la atención y ponen en duda los éxitos sociales de la segunda economía mundial, así como del país con los índices de mayor longevidad.
De hecho esta preocupación fue señalada ya en los años 80 por los “expertos” estadounidenses, quienes buscaban criticar el crecimiento económico japonés. Ahora bien, lo que olvidan ellos es que, pese a que su país ocupa el lugar 46, otros países, como los latinoamericanos, ostentan mejores números: Argentina (62), Chile (65), México (77) y Honduras (95). Justamente, esta tendencia ha llevado al planteamiento de una hipótesis culturalista, que considera al catolicismo como un elemento inhibidor de los suicidios.
De nuevo, son conjeturas simplistas. Según, el estudio de la OMS, los países con menor índice de suicidio son Egipto y Jordania, naciones claramente musulmanes. Ahora bien, dentro este universo de simplificaciones, parece que una “regla” se cumple: entre mayor desigualdad económica, la propensión al suicidio tiende a disminuir. Pero dejemos un momento las estadísticas y concentremos nuestra atención ahora en Japón.
En el caso de este país existen varias explicaciones de las razones del suicidio. Algunos incautos le atribuyen elementos estéticos y de honor. Esto se debe al estereotipo que se le ha adjudicado a los japoneses por el Harakiri o bien los aviones suicidas (los Kamikazes). Sin embargo, analizando las razones que han llevado a muchas personas a suicidarse en nuestros días, (acumulación de deudas, hostigamiento escolar y casos de corrupción); el honor es lo de menos.
Otra explicación de los suicidios ha sido por medio de particularismo culturales. Este tipo de interpretaciones han estado basadas en el Japonismo (Nihonjin-ron) que considera, que en Japón no existe el concepto de “pecado”, por lo que no hay un impedimento moral que evite el suicidio De hecho, esta caricaturizada ha hecho ver que el concepto de “vergüenza” es mayor, haciendo que cualquier error social lleve hacia el suicidio. Empero, es imposible comprobar esto. Finalmente, el Nihonjin-ron ha creado una imagen estereotipada, llevando hacia un “orientalismo” vulgar.
Finalmente, una de las explicaciones más claras de las causas del suicidio son los factores económicos. Japón logró aumentar exponencialmente su clase media, llevando hacia el aumento de valores postmateriales. Esta existencia de nuevos valores trajo diferentes motivaciones de suicidio. Sin embargo, éstos no ocurren siempre por la opulencia, sino por los efectos nefastos que tiene la economía de mercado: las recesiones. La crisis económica de los años 90 trajo un duro golpe dentro de las clases medias, lo cual aumentó los suicidios, volviéndose en la tercera razón de muerte en Japón. Probablemente, sea descabellado lo que diré, pero parece que las crisis en países ricos lleva a suicidios, pero en países pobres no. Ahí, la gente está más preocupada por sobrevivir que quitarse la vida.
A guisa de conclusión, es claro que el suicidio es una anomia que necesita solucionarse. Empero, lo que nos debe preocupar no es por qué en los países desarrollados se suicidan mucho, sino por qué en Latinoamérica, pese a las desigualdades e injusticias, la gente no se quite tanto la vida. Probablemente, una pregunta más difícil de contestar y con mayor sentido.
Hace unas semanas, una lectora me preguntó por qué en Japón existe una mayor tendencia hacia el suicidio, especialmente de los jóvenes. Trataré de contestar, pero advierto que no soy experto en esta materia. Mi respuesta que estará basada en la lectura de algunos datos estadísticos, así como un delineamiento del los patrones de conducta de los japoneses. Comencemos.
Antes que todo, Japón no tiene el mayor índice de suicidios en el mundo. Según la OMS, Lituania ostenta el primer lugar, seguida por Rusia y otras repúblicas ex soviéticas. Esto ha hecho que un amplio número de “expertos” adjudiquen el factor climático, especialmente a las bajas temperaturas, como causa principal del suicidio. Sin embargo, esto no se cumple siempre. Cuba, un país tropical, tiene el lugar 18, superando a Canadá (40) e Islandia (43).
Regresando el argumento a Japón, este país asiático ocupa el lugar 10 y en términos de suicidios juveniles, es superado por Gran Bretaña y Australia. Esto no implica que esté totalmente alejado del fenómeno del suicidio. Todo lo contrario. Es el país “desarrollado” en donde las personas se quitan más su vida y es el tercer lugar mundial en suicidios femeninos. Son estos datos los que han llamado la atención y ponen en duda los éxitos sociales de la segunda economía mundial, así como del país con los índices de mayor longevidad.
De hecho esta preocupación fue señalada ya en los años 80 por los “expertos” estadounidenses, quienes buscaban criticar el crecimiento económico japonés. Ahora bien, lo que olvidan ellos es que, pese a que su país ocupa el lugar 46, otros países, como los latinoamericanos, ostentan mejores números: Argentina (62), Chile (65), México (77) y Honduras (95). Justamente, esta tendencia ha llevado al planteamiento de una hipótesis culturalista, que considera al catolicismo como un elemento inhibidor de los suicidios.
De nuevo, son conjeturas simplistas. Según, el estudio de la OMS, los países con menor índice de suicidio son Egipto y Jordania, naciones claramente musulmanes. Ahora bien, dentro este universo de simplificaciones, parece que una “regla” se cumple: entre mayor desigualdad económica, la propensión al suicidio tiende a disminuir. Pero dejemos un momento las estadísticas y concentremos nuestra atención ahora en Japón.
En el caso de este país existen varias explicaciones de las razones del suicidio. Algunos incautos le atribuyen elementos estéticos y de honor. Esto se debe al estereotipo que se le ha adjudicado a los japoneses por el Harakiri o bien los aviones suicidas (los Kamikazes). Sin embargo, analizando las razones que han llevado a muchas personas a suicidarse en nuestros días, (acumulación de deudas, hostigamiento escolar y casos de corrupción); el honor es lo de menos.
Otra explicación de los suicidios ha sido por medio de particularismo culturales. Este tipo de interpretaciones han estado basadas en el Japonismo (Nihonjin-ron) que considera, que en Japón no existe el concepto de “pecado”, por lo que no hay un impedimento moral que evite el suicidio De hecho, esta caricaturizada ha hecho ver que el concepto de “vergüenza” es mayor, haciendo que cualquier error social lleve hacia el suicidio. Empero, es imposible comprobar esto. Finalmente, el Nihonjin-ron ha creado una imagen estereotipada, llevando hacia un “orientalismo” vulgar.
Finalmente, una de las explicaciones más claras de las causas del suicidio son los factores económicos. Japón logró aumentar exponencialmente su clase media, llevando hacia el aumento de valores postmateriales. Esta existencia de nuevos valores trajo diferentes motivaciones de suicidio. Sin embargo, éstos no ocurren siempre por la opulencia, sino por los efectos nefastos que tiene la economía de mercado: las recesiones. La crisis económica de los años 90 trajo un duro golpe dentro de las clases medias, lo cual aumentó los suicidios, volviéndose en la tercera razón de muerte en Japón. Probablemente, sea descabellado lo que diré, pero parece que las crisis en países ricos lleva a suicidios, pero en países pobres no. Ahí, la gente está más preocupada por sobrevivir que quitarse la vida.
A guisa de conclusión, es claro que el suicidio es una anomia que necesita solucionarse. Empero, lo que nos debe preocupar no es por qué en los países desarrollados se suicidan mucho, sino por qué en Latinoamérica, pese a las desigualdades e injusticias, la gente no se quite tanto la vida. Probablemente, una pregunta más difícil de contestar y con mayor sentido.
2 件のコメント:
Estupenda contribución, Isami.
Abrazos!
Muy lindo articulo... ahora recuerdo un manga en que una hikikomori queria quitarse la vida, y un trabajador social trataba de ayudarla a seguir viva... despues de que la hikikomori le diera sus puntos de vista respecto al por que no valia la pena seguir viviendo (en Japon), el trabajador social era el primero en suicidarse... este manga se tradujo al español como "Ver Televisión todo el tiempo te hace estúpido" y lo baje hace tiempo de Frozen Layer
http://www.frozen-layer.net/bittorrent/?details=1&id=16225
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