La Regeneración Meiji (llamada normalmente
como Restauración Meiji) suscitada en 1868, ha sido uno de los puntos de
inflexión más importantes de Japón. Muchos estudiosos de la historia política
han determinado que la Regeneración ha sido el paso del mundo “feudal” hacia la
Modernidad. Sin esa “revolución”, no hubieran habido instituciones legislativas
(Parlamento) ni un cuerpo diplomático profesional ni un ejército moderno.
No pienso refutar estas visiones convencionales,
empero, en mi modesta opinión, creo que no fue necesariamente una trasmutación abrupta;
fue el punto final del proceso de una modernización iniciada por el Shogunato
Tokugawa (1604-1868) en el siglo XVII. Dicho de una manera más elegante, fue el
último engrane que necesitaba ese proto-estado moderno para convertirse en un
verdadero Estado-Nación.
Pero dejando mi fanfarronería, no cabe
duda, cuando hablamos sobre la Regeneración Meiji, estamos hablando sobre unos
de los cambios cruciales en la historia japonesa. Sin embargo, muchas veces los
que nos dedicamos a este negocio, es decir, a la historia política, comentemos
el error de simplificar nuestras análisis para poder explicar los
acontecimientos de esos años, en particular sus resultados. Para economizar decimos
que la modernidad llegó a todos los lares de Japón. De hecho, en algunos casos
no hubo cambios o bien, los sucesos anteriores a la Regeneración se
fortalecieron con la modernidad iniciada en 1868.
Justamente, este ejercicio mental nos lo
permite el libro editado por Koichi Yumoto (湯本豪一).
Teito Yokai Shinbun (帝都妖怪新聞) ―en
castellano sería algo así como Los
periódicos fantasmagóricos del Imperio―
es una recopilación de artículos
sobre fantasmas, maldiciones y animales asombrosos. Éstos fueron publicados en
diversos diarios tanto nacionales como locales durante los primeros dos decenios
de la Era Meiji (1868-1912). Es decir, la década de 1870 y 1880. Justo cuando
se crearon los cimientos de las instituciones imperiales y cuando los diarios
comenzaron a convertirse en un instrumento político para controlar a las masas.
Por lo que toca al contenido de los
artículos recopilados, realmente carecen de cualquier tinte de modernidad. De
hecho, sus textos, así como los dibujos de los extraños seres (no había
fotografía en ese momento) parecen un regreso a los obsoletos panfletos de
chismes (yomiuri
kawaraban) del shogunato Tokugawa. Incluso,
algunas notas parecen refritos de La talega de las cotilleas (耳袋) publicado en las postrimerías del siglo XVIII por Negishi Shizumori (根岸鎮衛), en
la cual están compilados historias
chuscas, chimes y cuentos de fantasmas. Algo asombroso si vemos los diarios japoneses
actuales.
Llama la atención pues, que los periódicos ―un ícono de
la modernidad― hayan reproducido el “arcaico
mundo” del shogunato Tokugawa. Muchos dirán: “No estaba listos todavía para la
modernidad”. Puede que sea así. Sin embargo, también podemos decir lo
siguiente: el proceso de destrucción del sistema feudal no fue tajante. Todo lo
contrario, las viejas estructuras lograron en los diarios modernos un forma de
llegar con mayor ímpetu hacia las masas. Es decir, la modernidad y el
tradicionalismo lograron una mezcla perfecta.
Un
temas más para analizar… En fin, al estar leyendo el Teito
Yokai Shinbun no pude evitar
reírme. Hay artículos inverosímiles. ¿Habrán ocurrido en
realidad? Probablemente no, pero en las mentes de los lectores de esos años, probablemente
eran tan verdaderas (o tan absurdas) como el establecimiento del sistema
parlamentario o la creación de un sistema de conscripción moderno. Monstruos, fantasmas y maldiciones en los
albores de la Modernidad. A lo mejor tenemos que volver a replantear qué
fue la Regeneración Meiji.
3 件のコメント:
muy buena reseña, me gustaría leer el libro pero seria imposible, no se japonés y conseguir el libro en México estaría difícil, quisiera pedirle una opinión acerca de las series que saca la NHK con respecto a los hechos histórico, por maravillas como el internet y a una serie de fanáticos tengo la oportunidad de ver estas historias, de hecho estoy viendo la historia de Sakamoto Ryoma.
¿que nos quiere decir esta clase de series?, ¿disfrazan la realidad?
gracias
Rodolfo
La NHK ha hecho una buena labor al recrear algunos episodios importantes de la historia japonesa. En particular, ha analizando con gran tino el papel que tuvieron ciertos personajes históricos como Sakamoto Ryoma.
En particular, Ryoma es unos de los personajes más queridos, pero también más enigmáticos.
Para los que hacen macrohistoria. Sakamoto no cambió nada. No fue estadista, murió joven y salvo unos momentos de gloria, su presencia es más anecdótica que fundamental. Hirobumi Ito, Saigo Takamori o el Emperador Meiji. Esos son para ellos los grandes motores del cambio.
Sin embargo, para los amantes de las biografias y la microhistoria, ha sido todo lo contrario. Ryoma fue el motor del cambio. Un hombre idealista, pero con una visión moderna. Un hombre que vislumbraba un parlamento, en un mundo en el cual era inimaginable la existencia de un apartado legistaltivo regido por el "pueblo" . Aunque no sería correcto equipararlo, pero tiene más semejanzas con el Che Guevarra.
Desde mi punto de vista, me inclino por posición intermedia. Acepto que sin Sakamoto no se hubieran logrado muchas cosas,por ejemplo, la alianza entre Satsuma y Choshu. Pero no fue el artífice de la modernidad. Eso fue una maquinaria política que había comenzado mucho antes que él y con la apertura a Occidente, logró truncar a los Tokugawa y "restaruar" el sistema imperial.
En fin, me he extendido... No he contestado tu pregunta: ¿los documentales de la NHK disfrazean la realidad? Creo que son formas más simples de ver la realidad histórica. Es un materia didáctico bueno, pero no reflejan toda la historiografía. Son visiones de un determinado grupo de historiadores... Lo anterior se puede ver con más claridad en los temas relacionados con la Segunda Guerra Mundial
Hola, soy estudiante de letras de la Universidad de Guadalajara. Actualmente curso una materia de diseño editorial, nuestro proyecto es la edición de un libro. Me gustaría usar algunas de tus traducciones, si es que estás de acuerdo. En realidad se trata de un ejercicio y ahora sí que como nos dicen las instituciones, no tengo fines de lucro. Sé que podría usarlas así sin decírtelo, pero no, prefiero hacerlo. Hace tiempo que leo tu blog, pero nunca he dejado un comentario. Tal vez es muy descortés hacerlo apenas. Te mando una disculpa, un saludo y te dejo mi correo. Sizigiaf@hotmail.com. Gracias, Stefanía
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