8/19/2008

Islandia: una lección interesante

(Artículo publicado en Diario Monitor el 19 de agosto de 2008)

Hace unas semanas, tuve la oportunidad de visitar Islandia. Esta nación de 300 mil habitantes es una de las democracias más prósperas del orbe y una de las pocas naciones en donde las reformas neoliberales no han redituado en mayor desigualdad como ha sucedido en Japón (y México). Por esta razón quisiera contrastar esta “extraña” nación con Japón para encontrar algunas similitudes y resaltar sus diferencias.

Empecemos, viendo algunos datos. Islandia ostenta un alto nivel educativo como muchos de los países escandinavos, pero no sólo eso. Según el FMI, en el año 2007 el PIB per capita de Islandia fue de 41 mil dólares. Esta cifra sólo fue superada por Luxemburgo (76 mill) y Noruega (42 mil) y sobrepasa por mucho los números que ostentaron Japón (31 mil) y México (10 mil) en el mismo periodo. Aunado a lo anterior, la expectativa de vida masculina en Islandia es la más alta del mundo, lo cual habla de un eficiente sistema de salud y mejores condiciones laborales que otras naciones. Además, la UNICEF ha catalogado a Islandia como uno de los países en donde se respetan mejor los derechos de los infantes. Y otras cifras muestras que en este país hay 2.7 niños por familia: la cifra más alta de Europa. Dicho en otras palabra, en este país el decrecimiento poblacional no es un problema social como en Japón.

En suma, por donde se le vea Islandia es un país sumamente próspero, pero esto no implica necesariamente la existencia de una sociedad opulenta ni muchos menos una en donde se gaste un excesivo dinero en mega proyectos de infraestructura como en los Emiratos Árabes Unidos. Los islandeses llevan una vida sencilla. Además, pagan altos impuestos, los cuales son el sostén de un eficiente e igualitario sistema de seguro social. Además, hay que recalcar que el nivel de vida es sumamente caro, ya que la mayoría de los productos de consumo interno se tienen que importar del extranjero como sucede en Japón. Para darse una idea de esto, basta con ver cuánto cuesta una taza de café en este país. En Reykiavik una taza de café en Starbucks cuesta alrededor de 450 kronas (5 dólares). El mismo café en Tokio —catalogada por muchos como una de las ciudades más caras del mundo— cuesta alrededor de 350 yenes (3 dólares).

Ahora bien, dejemos un momento estas cuestiones y analicemos las causas de este desarrollo ¿Qué factores explican este éxito económico? Islandia vive básicamente de la pesca y es junto con Japón una de las principales potencias pesqueras en el mundo. De hecho, se tiene estimado que el 75% de la actividad la ocupa la industria pesquera (12% de la fuerza laboral), incluida la pesca de las ballenas (un tema que ha sido criticado por muchos ecologistas), seguida después de los servicios, especialmente el turismo. Esta situación es muy similar a la que tiene Noruega, pero a diferencia de esta nación escandinava, Islandia carece de abundantes yacimientos petrolíferos, lo cual es, sin duda, un problema.

¿Cómo le ha hecho Islandia para superar este problema? Antes de los años 80, la mayor parte de la energía del país la generaban los hidrocarburos, pero actualmente, gracias al desarrollo de la energía geotérmica e hidrotérmica, este problema se ha logrado subsanar, reduciéndose también la emisión de contaminantes. Así, salvo el uso del petróleo en los transportes aéreos, terrestres y marítimos, la dependencia actual del petróleo es casi del 0%. Una situación que Japón, aún con los paneles solares y las numerosas y peligrosas plantas nucleares, no ha podido lograr.

Esto sin duda deja una gran lección para Japón y también para México, ya que son dos países en donde existen una gran cantidad de volcanes que pueden servir como fuentes de energía alternativa y limpia. Sin embargo, hay que destacar que la experiencia islandesa no es la panacea. Este país lo logró por una coincidencia de características geográficas y una ínfima cantidad de población. Emular esa experiencia en un país como Japón con 130 millones de habitantes suena sumamente complicado. A esto debemos añadir que la existencia de una raza homogénea en Islandia ha permitido desarrollar políticas de igualdad más eficaces y establecer un eficaz control del crimen, algo que en naciones como México en donde existe una desigualdad social y una pluralidad étnico-cultural suena imposible.

A guisa de conclusión, la experiencia islandesa es una muestra clara de cómo en condiciones desfavorables aún es posible la salida del atraso. Aprendamos de ella, pero manteniendo siempre la cabeza fría.

1 件のコメント:

Aradnix さんのコメント...

Muy interesante esta cavilación Isami. Sin embargo creo que sería útil actualizarla con la declaración de quebra que ahce un par de semanas hizo este país. Creo qeu eso echa por tierra algunas de las bondades del ssitema islandés que mencionas y muestra las contradicciones del modelo financiero actual.

Saludos.