La Regeneración Meiji (llamada normalmente
como Restauración Meiji) suscitada en 1868, ha sido uno de los puntos de
inflexión más importantes de Japón. Muchos estudiosos de la historia política
han determinado que la Regeneración ha sido el paso del mundo “feudal” hacia la
Modernidad. Sin esa “revolución”, no hubieran habido instituciones legislativas
(Parlamento) ni un cuerpo diplomático profesional ni un ejército moderno.