En los últimos 10 años, el
número de aficionados que asisten a los estadios de béisbol ha disminuido en
Japón. La desaceleración de la economía nacional y la contracción del consumo ha
sido, sin duda, un factor pero también han habido otros.
Algunos señalan que la
emigración de los jugadores estrellas a las Grandes Ligas como Ichiro Hideki
Matsui, Daisuke Matsuzaka ha sido un factor. El béisbol japonés pierde
espectacularidad sin este tipo de jugadores y es por eso que muchos han perdido
los incentivos de visitar los estadios y ver sólo jugadores de “segundo rango”.
Otros señalan la aparición
de nuevos deportes profesionales como una de las causas. En particular, el
fútbol. Actualmente, muchos niños sueñan con ser futbolistas y no beisbolistas como
en el pasado. También, muchas niñas prefieren el soccer que el béisbol. El
triunfo de la selección femenil en la pasada Copa Mundial de Alemania es una
causa, pero también el auge de equipos femeninos a nivel local. De hecho, en
Japón, el béisbol sigue siendo un “deporte para hombres”. Una estupidez sin
duda alguna.
Sin embargo, una de las causas
más factibles es la falta de espectáculo de la propia Liga como el factor
decisivo para explicar el alejamiento de los aficionados de los estadios. Lo
anterior, está relacionado con la estructura propia de la Liga Japonesa de
Béisbol (NPB en sus siglas en inglés).
La NPB está dividida en dos
ligas: la Central y la del Pacífico. En cada una hay seis equipos. Es decir, un
total de 12 equipos. Un número pequeño si lo comparamos con la cantidad de
franquicias que tienen las Ligas Mayores (30 equipos). Incluso, la modesta Liga
Mexicana de Béisbol tiene más franquicias (14 equipos).
La Liga con mayor asistencia
de aficionados ha sido históricamente la Central. En ella están los dos equipos
más famosos de Japón: los Tigres de Hanshin y los Gigantes de Yomiuri. En
especial, este último ha ganado el mayor número de banderines de la Liga, ya
que ha sido el equipo con mayor dinero. El dueño de los Gigante es el periódico
Yomiuri: el diario con más tirajes en el mundo.
En el pasado, esta situación
no era tan problemática, pero en los últimos 20 años, este equipo se ha vuelto
en una “mafia” que acapara a los mejores jugadores. Ha comprado a diestra y
siniestra jugadores consagrados y ha absorbido con un apetito feroz a los
jugadores novatos quienes salen de las preparatorias y de las universidades.
De este modo, muchos aficionados de otros
equipos se han hartado de ver que siempre ganen los Gigantes y que año tras año
les “quiten” a sus jugadores. Incluso, los propios aficionados de los Gigantes
han mostrado su desacuerdo con las maniobras de su equipo. Por lo tanto, en la
Liga Central se ha dado una disminución de las personas que concurren a los
estadios y eso se ha reflejado como una disminución de toda la NPB.
Ante esta situación, la NPB
ha buscado reactivar el espectáculo. Una forma de hacerlo fue la introducción en
2005 de una Inter-Liga como en la Grandes Ligas. De este modo, entre mayo y
junio, los equipos de ambas ligas se enfrentan entre sí en partidos oficiales.
Así, muchos aficionados han logrado ver en vivo a jugadores que sólo conocían
en periódicos, en videojuegos o en almanaques.
Sin embargo, ha sido una
solución a medias. La Inter-Liga ha beneficiado sólo a los equipos de la Liga
del Pacífico. De hecho sólo ellos han logrado tener una gran afluencia de aficionados
durante la Inter-Liga, mientras que la Liga Central sigue mostrando número
decrecientes Lo anterior, se explica porque los Gigantes siguen perdiendo
concurrencia en el Domo de Tokio.
En suma, el problema del
béisbol japonés radica en cómo los Gigantes logren recuperar a sus aficionados
perdidos, pero al mismo tiempo logren convencer a los aficionados de los otros
equipos que no son una “mafia”. Algo muy difícil.
Ahora bien, en el caso de la
Liga del Pacífico, vemos un movimiento contrario a lo que sucede en la Central
Los aficionados aumentan. De hecho, en los últimos años, está Liga se ha
transformado de manera radical.
En 2004, los dueños de los
Fighters de Nippon Ham, un equipo sotanero por muchos años y sin afición,
decidieron dejar Tokio y se mudaron a la ciudad norteña de Sapporo. En esos
años, en Hokkaido, sólo había un modesto equipo de fútbol profesional y la
gente de esta ciudad de inmediato arropó al “nuevo equipo” sin importarle que
fuera mediocre. Así, el Domo de Sapporo, estadio construido para la Copa
Mundial de Fútbol registró grandes llenos. Lo anterior, permitió subsanar los
eternos número rojos y contratar nuevos jugadores. Uno de ellos, Yu Darvish
quien es uno de los mejores pitchers japoneses de los últimos años. Finalmente,
el equipo logró ganar el banderín de la Liga en las temporadas 2006, 2008 y
2009 y se coronó como campeón de Japón en su segundo año de estadía en Sapporo.
Otro equipo que cambió de
aires fueron los Halcones de Fukuoka. En 2005, debido a la quiebra de Daie
(Cadena de Supermercados), la telefónica celular Softbank y dueña también del
portal de Internet Yahoo Japan compró la franquicia. Los nuevos dueños buscaron
transformar al equipo y emularon la estrategia de los Gigantes, comprando
jugadores consagrados, pero utilizaron también una exitosa campaña de
publicidad para atraer a los aficionados de Fukuoka. Actualmente, es el equipo
con mayor concurrencia de la Liga del Pacífico y flamante campeón de la
temporada 2011.
Finalmente, en 2005, después de la fusión de los
Bluewaves de Orix y los Búfalos de Kintetsu, la Liga del Pacífico se quedó con
cinco equipos y se tuvo que establecer un nuevo equipo. Así, nacieron las
Águilas Doradas, cuya casa se volvió Sendai, ciudad situada al noreste de Japón.
Rakuten (los dueños del portal de Internet del mismo nombre) lograron una
exitosa campaña para atraer a los aficionados. En Sendai, sólo había un modesto
equipo de fútbol, es por eso que muchos quedaron enamorados del nuevo equipo. Las
Águilas Dorados no ha tenido un avance en lo deportivo como Nippon Ham, pero
tienen a su estrella, el pitcher Masahiro Tanaka quien ganó el premio Sawamura
de este año (Equivalente al Cy Young)
Para no extender más la
cavilación, basta decir que la Liga del Pacífico ha logrado cambios
significativos, si los comparamos con los que han ha habido en la Liga Central.
Sin embargo, el cambio más importante
impulsado por la Liga del Pacífico ha sido, sin duda alguna, la introducción de
un sistema de playoff llamado Serie Clímax (Un nombre que parece más una
sucesión de orgasmos, que una frase para denominar a unos juegos de
postemporada). En un inicio, la Liga Central vio con malos ojos esta
iniciativa, pero a partir del 2007 aceptó introducir el mismo sistema.
El funcionamiento de la
Serie Clímax es el siguiente:
Después de la temporada
regular, el segundo y tercer lugar de ambas Ligas se enfrentan entre sí y el
ganador obtiene el derecho a disputar el campeonato con el primer lugar. El triunfador
se convierte en el representante de la Liga y enfrenta al ganador de la otra
Liga en la Serie Japonesa.
No obstante, hay alguna
reglas exótica que diferencian a la Serie Clímax con los juegos de postemporada
de las Grandes Ligas o la Liga Mexicana: el mejor colocado en la Liga, siempre
tiene ventajas frente al peor colocado.
Por ejemplo, los tres
parridos que juegan el segundo y el tercero para definir quién va contra el
primero se juegan siempre en la casa del equipo mejor colocado en la Liga. Es
decir, las ganancias del estadio van siempre para el segundo lugar.
Ahora bien, en el partido
para definir quién va a la Serie Japonesa también hay reglas exóticas. En las
primeras dos ediciones (2004 y 2005) de la Liga del Pacífico se jugaron todos
los partidos siempre en la casa del equipo ubicado en el primer lugar: los
Halcones. Finalmente, en ambas ediciones Softbank perdió frente a los equipos
peor ubicados que él: los Leones de Seibu y los Marineros de Lotte. Los dueños
de Softbank y algunos sectores de la prensa consideraron que era una
injusticia. Se tenía que dar un premio extra al equipo que obtuvo el banderín.
¿De qué servía jugar casi 130 partidos para echarlos a la basura?
De este modo, por petición
de los Halcones se buscó darle mayor ventajas al primer lugar y se decidió cambiar
las reglas. A partir de 2006, en la serie final, el equipo que quedó en primer
lugar de la temporada regular partía con un triunfo. Es decir, el segundo lugar
o tercer lugar tenía que ganar cuatro juegos para llegar a la Serie japonesa,
mientras que el primero sólo tres. Además, si había un empate, se favorecía al
primer lugar. Es decir si en un hipotético caso había tres empates
consecutivos, pasaba el primer lugar. Una regla similar a la Liga Mexicana,
pero de fútbol.
Con esto, un equipo como
Softbank, cuya nomina de jugadores es enorme, lograría garantizar llegar a la
Serie Japonesa. Sin embargo, no se le hizo justicia hasta el 2011. De hecho, lo
más humillante para ellos fue la serie del año pasado, cuando los Marineros de
Lotte los vencieron a pesar de tener todo en desventaja. A la postre, Lotte
sería el campeón de Japón.
En suma, la introducción de
la Serie Clímax le ha dado un nuevo sabor al béisbol japonesa. Sin embargo, son
cambios cosméticos. Creo, sinceramente, que sería más espectacular y más justo
si se jugaran los playoffs como en México o en Estados Unidos. Es decir, los
juegos se juegan tanto en la casa del mejor ubicado como del peor ubicado. Además,
considero necesario quitar esa estúpida regla de que un equipo parte con un
triunfo. Asimismo, es necesario eliminar que exista un empate como en el
fútbol. En el béisbol se gana o se pierde.
Al fondo, toda la culpa la
tiene Softbank. Se está transformando en otros Gigantes. Esperemos que no. Pase
lo que pase, mientras la Liga del Pacífico logra un avance, en los estadios siguen
bajando la concurrencia en la Liga Central. ¿Cómo hacer más espectacular el béisbol japonés? A
lo mejor es necesario aumentar más equipos. Otra es crear jugar partidos
oficial en contra del ganador las distintas ligas del mundo.
No sé.
1 件のコメント:
Ya hacia falta una actualización al Blog, gracias por ofrecer su punto de vista, personalmente no me gusta el baseball, me agrada mas el rugby, su blog esta muy bien hecho.
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